Por: Ximena Bonilla
Las ratas topo lampiñas son roedores herbívoros que miden en promedio 8-10 cm de largo, y pesan alrededor de 30 gramos, pero hasta ahí llega lo ordinario en estas criaturas. Son muy diferentes de cualquier cosa que hayas visto. No tienen pelo, y su piel es rosada y arrugada. Tienen largos y protuberantes dientes incisivos y su capacidad visual es extremadamente limitada (Figura 1). Viven en África subsahariana en colonias de casi 300 individuos, en madrigueras subterráneas con poca oxigenación (¡y se ha descubierto que pueden sobrevivir hasta 18 minutos sin oxígeno!). Tienen un sistema de organización social complejo, similar al de muchos insectos, donde una sola reina se encarga de la reproducción y los demás individuos trabajan para el bien de la colonia, la reina y las crías.
Como ves, son animales extraordinarios no sólo por su inusual aspecto, sino también por algunas de sus características biológicas, incluyendo su longevidad. ¿A dónde vamos con esto? Es posible deducir un aproximado de la duración de la vida de un animal con base en su tamaño (animales grandes tienden a vivir más tiempo) y madurez reproductiva (los animales comienzan a envejecer al haber concluido su capacidad de reproducción o al iniciar la menopausia). Las ratas topo lampiñas viven, de acuerdo a la primera métrica, cinco veces más de lo esperado, mientras que de acuerdo a la segunda, viven tres veces más. Es difícil calcular la longevidad de animales en estado salvaje porque muchos factores pueden reducir la vida de un animal (por ejemplo, la presencia de depredadores, escasez de alimentos, malas condiciones ambientales…), pero los animales en zoológicos y laboratorios pueden darnos una idea de cuántos años pueden llegar a vivir los miembros de una especie bajo condiciones ideales. Con base en sus características, un roedor del tipo de la rata topo lampiña debería vivir alrededor de 6 años en cautiverio. Pues bien, recientes estudios han reportado que llegan a vivir cómodamente hasta 30 años. Además de todo, no muestran signos de envejecimiento conforme aumentan en edad; las reinas no entran en menopausia, no hay disminución en fijación de calcio y por lo tanto no hay osteoporosis, no hay cambios en la distribución de grasa y músculo en su cuerpo, y los patrones de expresión genética se modifican muy poco a lo largo de sus vidas. Todo esto podría ser tan sólo un anécdota, pero información detallada recolectada a lo largo de 35 años sobre alrededor de 3,000 ratas topo lampiñas criadas en el laboratorio ha permitido a investigadores de la longevidad crear curvas de supervivencia y calcular las posibilidades de muerte en diferentes puntos de la vida de estos roedores. El equipo reporta que 61.6% de los animales investigados vivieron más de treinta años y por lo tanto los valores previamente reportados de 30 años pudieran estar subestimando en sobremanera la esperanza de vida de las ratas topo lampiñas.
Además, cálculos hechos utilizando la ley de la mortalidad de Gompertz-Makeham para mamíferos, que dice que la mortalidad de una especie es el resultado de la interacción de eventos independientes de la edad con un componente dependiente de la edad (que aumenta exponencialmente conforme aumenta la edad del individuo debido al deterioro normal del organismo), arrojaron resultados muy interesantes. Aparentemente, el riesgo de muerte en las ratas topo lampiñas se mantiene altamente estable y muy bajo durante la vida de estos animales, incluso a 30 años o más de edad.
Mira en la Figura 2 la comparación entre el riesgo de muerte en ratas topo lampiñas, ratones (animales de características aparentemente similares), humanos y caballos como ejemplo. El componente dependiente de la edad aumenta con la edad del organismo en ratones, humanos y caballos, mientras que en las ratas topo lampiñas no cambia mucho. Estos resultados son interesantes porque plantean un sinfín de preguntas relacionadas con envejecimiento. Por ejemplo, ¿Por qué estos organismos no envejecen de la manera esperada? La ley de la mortalidad de Gompertz-Makeham ¿no aplica en este caso, o está sólo retardada? ¿Qué procesos biológicos están involucrados en la larga vida de estos roedores, y podrían estos ser utilizados para alargar la vida humana? Todo esto está aún por verse, pero esperamos resultados interesantes y muchas más sorpresas de estos simpáticos animales.
Editores: Emiliano Cantón, Ximena Bonilla