Autor: Ximena Bonilla (publicado el 15 de marzo, 7:00 am)
Es muy posible que hayas escuchado o leído sobre el coronavirus en los últimos días y no estés seguro de cómo reaccionar, pues en México sólo hay 41 casos confirmados (hasta la tarde del 15 de marzo, 2020). ¿Por qué los ciudadanos debemos de actuar AHORA, y no mañana?
Si no quieres leer todo el texto del por qué de las recomendaciones, lee al menos las recomendaciones:
¿Qué puedo hacer para evitar el colapso del sistema de salud en México?
Disminuir tu riesgo de infección mediante el distanciamiento: ¿cómo hacer distanciamiento efectivo?
No saludes de beso ni de abrazo. Todo de lejitos, al menos a 2 metros de distancia.
Quédate en tu casa. No eventos sociales, no cines, no conciertos, no restaurantes. No vayas a lugares donde haya más gente, al menos que sea absolutamente necesario (como el supermercado). Es muy difícil, pero no sabes quién está enfermo sin síntomas y quién no. No te expongas ni expongas a tus seres queridos. El "a mí no me va a pasar" no existe. ¿Quieres llevar el virus de regreso a casa a tu abuelito de 90 años? Nadie quiere afectar a los que quiere.
Si tienes síntomas, lo más probable es que sean leves (fiebre, tos, cansancio). ¡Quédate en casa! Si vas al hospital únicamente expondrás a todas las personas que están en él, y lo único que los médicos podrán hacer es mandarte de regreso a tu casa. El coronavirus no tiene cura, es como un mal catarro: sólo hay que esperar que pase. De hecho, una cantidad importante de los pacientes que contrajeron coronavirus al inicio de la epidemia en China, lo contrajeron en el hospital.
Sólo acude al hospital cuando tengas dificultad respiratoria o síntomas graves. Esto es muy importante porque si estás enfermo pones a menos gente en riesgo al quedarte en casa, y porque no contribuyes a llenar los hospitales con gente que tiene miedo, pero que no tiene nada que hacer en ellos.
Lávate las manos con agua y jabón, y no toques tu boca, nariz u ojos. Es difícil, pero es un hábito que vale la pena desarrollar.
Limpia al menos una vez al día con agua y jabón o alcohol de al menos 70% tu celular, tus llaves, las manijas de las puertas de casas y autos, superficies de mesas, la palanquita del excusado, los interruptores de la luz...todas las cosas que tú u otras personas tocan frecuentemente.
No te dejes llevar por el pánico, sé un ejemplo para otros. Utiliza fuentes confiables de información como la página de la Secretaría de Salud.
¿Por qué los ciudadanos debemos de actuar AHORA, y no mañana?
No se ha determinado aún si ya hay transmisión dentro de México (hasta la fecha, todos los casos reportados han sido importados, es decir, han llegado del extranjero) y, por lo tanto, muchas personas se han limitado a comprar comida y artículos de uso diario como preparación, pero no han alterado sus rutinas diarias.
Es importante empezar con el distanciamiento lo antes posible para que, cuando la transmisión comunitaria comience (y no sería raro que ya haya comenzado), la cantidad de casos sea mínima y fácil de manejar. Pero, ¿por qué preocuparse con tan pocos casos? ¿Por qué no esperarnos a que haya más para alterar nuestras rutinas?
Porque aparentemente, la gran mayoría de las personas afectadas no tendrán síntomas, o estos serán muy leves y no requerirán hospitalización o cuidados especiales. Aunque parezca contraintuitivo, esto complica las cosas, pues sabemos que los afectados son contagiosos antes de tener síntomas, y por lo menos una semana después de tenerlos, y que el período de incubación de la enfermedad es largo, de hasta 14 días. Esto quiere decir que una persona que se contagia el día de hoy, podría no tener síntomas por dos semanas, siguiendo con su vida normal y contagiando a otros sin saberlo. Se estima que cada persona con coronavirus contagiará en promedio, a 2.2 personas (aunque este número puede ser mayor o menor, dependiendo de las actividades del afectado).
Cuando comencemos a detectar casos de manera regular, la infección ya estará en nuestras comunidades, y mucha gente estará transmitiéndola y ayudando involuntariamente a su expansión. Si piensas que las cosas están bien en México porque sólo hay 41 casos, mientras que en otros lugares hay muchos más, piensa cómo estaban esos otros países cuando tenían pocos casos hace tan sólo un par de semanas, y compara a cómo están ahora. Por ejemplo, Italia, a pesar de las medidas de aislamiento tomadas en los últimos días, está sufriendo bastante con la propagación comunitaria: el 15 de febrero se identificaron los primeros tres casos (todos importados). Una semana después, el 22 de febrero tenían ya 79 casos. Siete días después, el 29 de febrero, tenían 1,128 casos. Y a la siguiente semana, 7 de marzo, 5,883. Para el 15 de marzo, el número es ya de 21,157 casos, y de esos casos, 1,441 personas han fallecido, alrededor del 6.8% de los afectados (Estadísticas tomadas de worldometers).
Los hospitales en Italia (y en el resto del mundo), no tienen la capacidad de atender correctamente a todas las personas severamente afectadas que necesitan atención de alto nivel en unidades de cuidados intensivos (UCI) y asistencia ventilatoria al mismo tiempo. El sistema de salud italiano está sobre saturado. Tan mal está la situación que pacientes graves no fueron admitidos en los hospitales porque ya no había espacio en las UCIs, y los médicos y enfermeras tenían que elegir dentro de un grupo de pacientes a aquél que tenía más posibilidades de sobrevivir para enfocar los limitados recursos en una sola persona. Muchos pacientes han muerto en Italia porque los hospitales no pudieron dar la atención necesaria.
Los métodos de distanciamiento y aislamiento severos que China, Italia y otros países como España han tomado, tienen como objetivo disminuir el número de casos nuevos que hay cada día, es decir, el número de infecciones nuevas que ocurren. El número de casos nuevos por día tiene que ser igual o menor al día anterior, de manera constante y sostenida. Si cada día hay menos casos nuevos, llegará el momento en que haya muy pocos. Es ahí cuando la enfermedad se ha dejado de propagar de manera descontrolada, y los sistemas de salud se enfocan en tratar los pocos casos de manera eficiente, y la infección se puede considerar como controlada. Este proceso puede tardar varios meses, pero es crítico disminuir el número de casos nuevos diarios porque si no se hace, estos pueden aumentar muy rápidamente y abrumar a los sistemas de salud del mundo entero. Es altamente probable que no haya en México suficientes UCIs ni aparatos de asistencia ventilatoria para tratar a todas las personas que los podrían necesitar. Esto no es una sorpresa, pues escenarios como el que estamos viviendo actualmente no son comunes (la última pandemia de gran magnitud fue la gripe española que ocurrió en 1918 y que infectó a 500 millones de personas, matando al final a 50 millones).
No me ha sido posible encontrar información sobre el número de camas en UCI existentes en México, pero para poner las cosas en perspectiva en cuanto a preparación para la atención médica de personas que la necesitarán por infección severa por coronavirus, usaré como ejemplo el número de camas de hospital por cada 1,000 habitantes (de acuerdo a la OCDE, estadísticas del 2018). México tiene 1.4 camas de hospital por cada 1,000 mexicanos. Comparemos este número con el de Italia, el país abrumado por el número de casos de coronavirus que he estado utilizando como ejemplo. Italia tiene 3.2 camas por cada 1,000 habitantes. ¿Cómo enfrentará nuestro país la pandemia si llega tan fuerte y tan rápido como llegó en Italia?
Puede ser que también hayas escuchado que sólo hay enfermedad grave en 5% de las personas, y que sólo 0.6-3.6% de los afectados mueren. Estos números se escuchan bajos, especialmente cuando también lees que la gran mayoría de los pacientes que fallecen son mayores de 70 años y tienen factores de riesgo asociados. Otra forma de ver estos número es la siguiente: de los casos identificados (porque la gran mayoría serán leves y no se identificarán), ~30% requerirá cuidados especializados en la UCI, y de estos, el 60% fallecerá. Durante el transcurso de su estancia en la UCI estarán utilizando ventilación mecánica invasiva y cama por al menos dos semanas. Si empieza a haber nuevos casos, estos nuevos pacientes no tendrán dónde ser atendidos. Además, es importante acordarse que los hospitales atienden pacientes con muchas otras enfermedades graves, y que estos también estarán en la UCI y podrían requerir los aparatos. No serán suficientes camas.
Ahora quizá entiendas mejor la necesidad de seguir pasos cruciales para evitar el contagio en tu comunidad. Repitamos las indicaciones de cómo hacer esto.
Qué puedo hacer para evitar el colapso del sistema de salud en México?
Disminuir tu riesgo de infección mediante el distanciamiento: ¿cómo hacer distanciamiento efectivo?
No saludes de beso ni de abrazo. Todo de lejitos, al menos a 2 metros de distancia.
Quédate en tu casa. No eventos sociales, no cines, no conciertos, no restaurantes. No vayas a lugares donde haya más gente, al menos que sea absolutamente necesario (como el supermercado). Es muy difícil, pero no sabes quién está enfermo sin síntomas y quién no. No te expongas ni expongas a tus seres queridos. El "a mí no me va a pasar" no existe. ¿Quieres llevar el virus de regreso a casa a tu abuelito de 90 años? Nadie quiere afectar a los que quiere.
Si tienes síntomas, lo más probable es que sean leves (fiebre, tos, cansancio). ¡Quédate en casa! Si vas al hospital únicamente expondrás a todas las personas que están en él, y lo único que los médicos podrán hacer es mandarte de regreso a tu casa. El coronavirus no tiene cura, es como un mal catarro: sólo hay que esperar que pase. De hecho, una cantidad importante de los pacientes que contrajeron coronavirus al inicio de la epidemia en China, lo contrajeron en el hospital.
Sólo acude al hospital cuando tengas dificultad respiratoria o síntomas graves. Esto es muy importante porque si estás enfermo pones a menos gente en riesgo al quedarte en casa, y porque no contribuyes a llenar los hospitales con gente que tiene miedo, pero que no tiene nada que hacer en ellos.
Lávate las manos con agua y jabón, y no toques tu boca, nariz u ojos. Es difícil, pero es un hábito que vale la pena desarrollar.
Limpia al menos una vez al día con agua y jabón o alcohol de al menos 70% tu celular, tus llaves, las manijas de las puertas de casas y autos, superficies de mesas, la palanquita del excusado, los switches de la luz...todas las cosas que tú u otras personas tocan frecuentemente.
No te dejes llevar por el pánico, sé un ejemplo para otros. Utiliza fuentes confiables de información como la página de la Secretaría de Salud.
Imagen del coronavirus: Imagen de Alissa Eckert, MS; Dan Higgins, MAMS. Tomada del sitio del CDC
Editores: Emiliano Cantón, Ximena Bonilla