Nuestra identidad humana se ha ido esculpiendo con el tiempo a través de la migración de algunas personas a tierras lejanas, ya sea por medio de la invasión de grandes ejércitos a territorios ajenos o por el viaje obligado del comercio de esclavos, por mencionar algunos ejemplos. Pero las migraciones, además de traer nuevas culturas, lenguas o conocimientos de tierras lejanas, también aportan nuevo material genético que se mezcla con el genoma de quienes conforman la nueva población.
Como si se tratara de un diario de viaje, unos investigadores del Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva, de la Universidad de Oxford y del Colegio de Londres han elaborado un mapa global que detalla la historia genética de 95 poblaciones distintas durante los últimos cuatro milenios. A través de una técnica que han llamado Trotamundos, analizaron el ADN de 1490 individuos de 95 poblaciones distintas alrededor del mundo. Con estos datos también se dieron una idea de eventos pasados. No como Desmond, encontrando las pistas de Altair, o de Ezio, del juego Assassins Creed, sino más bien del tipo de un detective armando las piezas de un rompecabezas.
Encontraron que las poblaciones que compartían más ascendencia, compartían también más partes de ADN. Para imaginar el estudio, los autores plantean que cada población tiene una “paleta” genética en particular, que es una mezcla de otras, y que podemos comparar con las paletas actuales de otras poblaciones. Esto puede dar una muy buena idea de cómo ocurrió la mezcla genética a través del tiempo.
“El ADN realmente tiene el poder de contar historias y descubrir detalles del pasado de la humaindad”, comenta Simon Myer, quien pertenece al departamento de estadística de la Universidad de Oxford y es coautor del estudio. “Muchas de nuestras observaciones genéticas concuerdan con eventos históricos, y también vemos evidencia de mezcla genética que no ha sido registrada. Por ejemplo, el ADN de la gente de Tu, en China, sugiere que alrededor del 1200 E.C. algunos europeos similares a los pobladores actuales de Grecia tuvieron una mezcla con estas personas. Lo más seguro es que los europeos fuesen comerciantes viajando cerca de la Ruta de la Seda”, añade el investigador.
Otro ejemplo recae en los registros históricos que sugieren que los Hazara de Pakistán son, en parte, descendientes de guerreros mongoles y, de acuerdo con el estudio, existe una fuerte evidencia genética que durante el periodo del Imperio Mongol hubo una mezcla entre estas poblaciones.
La investigación viene acompañada de un estupendo mapa interactivo de libre acceso con el cual puedes (procrastinar) investigar los orígenes de distintas poblaciones. Tiene tutoriales y ejercicios para que lo aprendas a usar: http://admixturemap.paintmychromosomes.com/
Bibliografía:
Nota Fuente en Max-Planck-Gesellschaft | Nota Fuente en University College London | Artículo en Science | Artículo en Historias Cienciacionales