Este texto fue escrito por Santiago González Nochebuena y es el ganador del Primer Lugar en el Concurso de ensayo del Día del ADN México, llevado a cabo entre octubre de 2022 y febrero de 2023. El ensayo debe de discutir y analizar una pregunta sobre genética y sociedad formulada por la Asociación Americana de Genética Humana (ASHG por sus siglas en inglés). La pregunta puede ser consultada aquí. Conoce más sobre el concurso y los ganadores aquí.
La humanidad es sin duda una especie sumamente interesante. Los humanos somos primates y siendo realistas, no somos los animales más fuertes o rápidos, tampoco los más sigilosos, ágiles o resistentes al daño; nos movemos bien en tierra y podemos nadar, pero no nos comparamos a los animales acuáticos y no podemos volar. Para ser animales tan básicos es sorprendente que hayamos sobrevivido como especie, pero eso es porque tenemos unos cuantos trucos bajo la manga. Para comenzar, los humanos al igual que otros primates podemos escalar árboles, pero también tenemos pulgares que nos permiten manipular objetos para usarlos a nuestro favor; también sudamos, lo que nos da más resistencia al cansancio que otros animales, pero posiblemente lo que más nos ayudó a sobrevivir a las dificultades de la vida en la tierra es seguramente nuestro cerebro. El cerebro de los humanos, desde los prehistóricos hasta los contemporáneos, es bastante grande en proporción al tamaño del resto del cuerpo y nos ha hecho desarrollar herramientas, formas complejas de comunicación y de organización. Los humanos claramente encontramos fuerza en los números y por ello es que nos terminamos organizando en grupos cada vez más grandes y complejos que eventualmente resultaron formando las sociedades enormes y complejas en las que vivimos actualmente.
La humanidad ha evolucionado adaptándose físicamente a su entorno. La especie humana está presente en prácticamente todos los ecosistemas terrestres, a excepción de los más extremos de todos, y eso ha resultado en una gran diversidad dentro de la misma especie humana; al principio los pequeños grupos humanos compartían las mismas características físicas, pues se agrupaban seres humanos de un mismo bioma, pero conforme las sociedades fueron creciendo y conectando entre ellas, grupos distintos se fueron encontrando y a veces mezclando, aumentando aún más la diversidad de la especie humana. Lamentablemente hay mucha ignorancia en el mundo y la idea de “razas” superiores ha sido un tema con bastantes simpatizantes no solo en el pasado sino también en el presente. Hay una tendencia extraña a considerar a lo distinto como malo o inferior y han surgido estudios y corrientes enteras como la del determinismo genético que lamentablemente han sido usadas para justificar la idea de que genéticamente hay gente superior e inferior. Comprender mejor los genomas humanos puede ayudarnos como especie no solo a lidiar con enfermedades y hasta hacernos inmunes a algunas de ellas, sino también a generar una conciencia de que no hay personas superiores o inferiores, solo diferentes, y que incluso aunque parezcamos diferentes, dichas diferencias son insignificantes en comparación con nuestras similitudes ya que al final del día pertenecemos a la misma especie. Mucha gente no tiene idea de lo mucho que dos personas comparten a nivel genético por muy distintas que parezcan a simple vista
Al día de hoy hay tanta mezcla y diversidad que a pesar de que haya millones de personas en el mundo, cada una es única a nivel genético, a excepción de l@s gemel@s, que tienen genes idénticos; entre todos esos millones de personas que hay en el mundo, es posible que haya gente que se parezca a tí, pero siempre habrá diferencias entre tú y cualquier persona que se parezca a tí por el simple hecho de que no tienen los mismos progenitores, ancestros y que no viven en las mismas exactas condiciones.
Es increíble pensar que las personas compartimos un 99.5% de nuestros genes y que las diferencias radican en solo un 0.5%, y cómo ese 0.5% puede hacer que tengamos a una persona de cabello chino y colmillos puntiagudos al mismo tiempo que tenemos a alguien de cabello lacio y colmillos menos puntiagudos. Hay que siempre recordar que cada persona es única, pero que al final del día pertenecemos a la misma humanidad gracias al 99.5% de nuestros genes y nuestras diferencias no nos hacen mejores o peores que nadie.
REFERENCIAS
Proyecto de Información Genética at Miller School of Medicine. (s. f.). http://gap.med.miami.edu/esgen/aprende-acerca-de-la-genetica/tiene-preguntas-sobre-la-genetica/como-funciona-el-analisis-de-adn-pueden-determinar-si-dos-personas-estan-em
Altos Estudios de Frontera [ALEF] & Universidad Simón Bolívar. (s. f.). De un determinismo a otro: 2500 años de prejuicios sociales. Recuperado 26 de enero de 2023, de https://bonga.unisimon.edu.co/bitstream/handle/20.500.12442/2102/Determinismo.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Barahona, A. B. (s. f.). Origen y evolución del ser humano - Revista ¿Cómo ves? - Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM. Recuperado 26 de enero de 2023, de https://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/32/origen-y-evolucion-del-ser-humano
Barahona, A. B. (s. f.). Origen y evolución del ser humano - Revista ¿Cómo ves? - Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM. Recuperado 26 de enero de 2023, de https://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/32/origen-y-evolucion-del-ser-humano
La imagen de la viñeta es de Gerd Altmann, es de libre acceso, y fue adquirida en Pixabay