árboles

Árboles que tocan el cielo y almacenan su agua.

arboles En un cuento hay una línea que dice: “así como nadie puede ver el viento, nadie puede tocar el cielo”. Esto no es del todo cierto. Las secoyas son árboles que cuentan como los integrantes más altos del mundo y sí que tocan el cielo. La altura imponente implica una cosa: el agua que lleva los nutrientes debe llegar hasta la hoja más alejada de las raíces. La gravedad no es la mejor aliada. ¿Cómo hacen estos árboles, entonces, para mantener hidratados a estos gigantes que acarician las nubes? La respuesta está en las hojas.

Los árboles más altos de la especie Sequoia sempervirens, crecen al norte de California y  cuando hay mañanas con neblina, acumulan agua en la superficie de las hojas que se encuentran en lo más alto . Se sabe que las hojas pueden absorber humedad pero, hasta ahora, no se tenía claro a dónde va el agua.

Un grupo de investigadores japoneses y estadunidenses colectaron hojas a diferentes alturas del cuerpo de distintas secoyas. Las remojaron en agua y, posteriormente, las colocaron en una cámara de presión para observar cuánta agua podían extraer de ellas.

Los resultados mostraron que las hojas de lo más alto retuvieron mejor el agua que las hojas de la base. Esto se debe a que el conducto que transporta el agua es más espacioso en las hojas cercanas al suelo, pero se vuelve más delgado hacia lo alto. Por otro lado, el tejido de la hoja que almacena agua está presente en grandes cantidades en las hojas más lejanas del suelo, lo cual permite que guarden hasta cinco veces más agua de la que usan en un solo día.

Esta habilidad para almacenar humedad del ambiente puede contribuir a que las secoyas en la región húmeda y norteña de California midan hasta treinta metros más que las que viven en el sur de este mismo estado.

Bibliografía:

Nota  fuente  en Science | Artículo original en Online library | Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales

Los castores y sus diques contra el cambio climático.

No verás a los castores haciendo una manifestación contra las políticas ambientales de los países industrializados, pero estos mamíferos están jugando un papel importante en la mitigación del cambio climático. Castor. (Fuente: Gainesville State College)

Los castores son conocidos por construir diques en los ríos que alteran fuertemente el paisaje. Utilizan troncos y ramas de árboles para bloquear el paso del agua del río. Con esto, se forman estanques y humedales que pronto se convierten en el hábitat de muchas otras especies. Y según se muestra en un estudio publicado esta semana, esos humedales son un gran contenedor de carbono, con lo cual se impide que se acumule dióxido de carbono en la atmósfera.

Ellen Wohl, la autora del estudio, visitó 27 cuencas fluviales donde los castores construyeron diques y estimó la cantidad total de materia orgánica en los sedimentos de los estanques. Encontró que el carbono en los humedales producidos por los castores representa el 8% cuando los humedales se han secado o hasta 23% cuando están inundados. Es decir, los diques de los castores pueden acumular hasta un cuarto del carbono total del paisaje.

¿Qué pasa cuando los humedales se secan? La materia orgánica se descompone y el carbono regresa a la atmósfera en forma de dióxido de carbono y contribuye a la acumulación de gases de efecto invernadero. Conforme la población de castores ha bajado en Norteamérica (de 60-400 millones en los años cuarenta a 6-12 millones al día de hoy), es de esperar que el secuestro del carbono por los humedales haya también disminuido.

Nota fuente en Science Now | Artículo original en Geophysical Research Letters