Rosetta

¡Cometa a la vista!: La Sonda Roseta llegó a su destino.

rosetta Hace 215 años y poco menos de un mes, en Egipto, un oficial francés de nombre Pierre-François Bouchard, les solicitó a sus soldados que prepararan las defensas de lo que era el Fuerte de Julien, un antiguo fuerte del imperio Otomano y anteriormente una construcción egipcia, al noreste de Rashid (Roseta). Ahí, mientras los soldados realizaban sus trabajos, uno de ellos se topó con una roca inusual: un bloque granítico de unos 760 kg que contenía lo que parecían ser 3 tipos de escrituras. En la parte superior contenía jeroglíficos egipcios, la central tenía letras en demótico y en la parte final se identificaron letras griegas. Así, tras el descubrimiento y su posterior robo como botín de guerra por los ingleses, Thomas Young, médico y físico inglés, y Jean François Champollion, un francés filólogo y estudioso de Egipto, usaron aquella roca bautizada como Roseta, para descifrar una lengua que llevaba más de mil años muerta. Tras su hallazgo y posterior análisis, la roca llevó a unir las piezas para redescubrir a la cultura egipcia, una de la más grande y emblemática de nuestra historia. De esta forma, tal y como se usó la Piedra Roseta como llave para conocer los misterios egipcios, el recién encuentro del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko con la Sonda Roseta servirá para investigar y descubrir el origen e historia de nuestro Sistema Solar.

Cuando nuestro vecindario – el Sistema Solar - comenzó a formarse, se piensa que la nebulosa de polvo y gas formó cúmulos de materia que se cohesionaron y más tarde dieron forma al Sol, los planetas y un sin fin de objetos. Pero lejos del calor del Sol, algunos de los cúmulos de materia más primitivos, los cometas, quedaron solos y fríos, preservando elementos y compuestos volátiles que podrían mantener el registro físico y químico de lo que ocurrió en aquel tiempo. Por ello, el 2 de marzo del 2004, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en ingles), lanzó al espacio a Roseta, una sonda compuesta de 3 toneladas de aluminio, que alberga 11 instrumentos y un pequeño robot que acometizará en la superficie de 67P/Churyumov-Gerasimenko – hazaña que se realizará por primera vez –, para analizarlo y conocer de que está hecho.

Así, tras una década de espera, haber pasado por dos asteroides, un estado hibernal de 3 años y un impulso gravitacional marciano y tres terrestres, la sonda Roseta llegó a su encuentro con el cometa el 6 de agosto de este año.

Ahora, Roseta se encuentra a 405 millones de kilómetros de la Tierra orbitando un cometa elíptico, cuya orbita alrededor del Sol dura 6.5 años y llega más allá de Júpiter en su punto más lejano y, entre Marte y la Tierra en el más cercano. Sin embargo, las labores del fisgón de cometas apenas comienzan, pues su llegada oficial se dio al tener a su objetivo a 100 km de distancia y se espera que durante las próximas semanas se vaya acercando. De esta manera, durante ese tiempo irá haciendo diversos análisis del polvo y gas que arroja, y buscará cinco sitios para desplegar a Philae en el núcleo del cometa, cuando se encuentre a una distancia de 1 km. A partir de ahí, se analizará la cubierta de hielo y materia orgánica, y su reacción conforme el cometa se aproxime al Sol hasta diciembre de 2015.

Si les da curiosidad el trayecto por el que pasó la sonda, los invitamos a ver este video de la Agencia Espacial Europea.

Fuentes:

Agencia Espacial Europea | NASA | Nota Original en el Blog de Historias Cienciacionales