hipocampo

Cómo nuestro cerebro relaciona recuerdos con eventos secuenciales

Imagen del hipocampo, corte coronal del cerebro. El sonido de los neumáticos aferrándose al pavimento, por lo general, va ligado al choque de dos vehículos. Cada vez que lo escuchamos, nos encogemos de hombros, entrecerramos los ojos y esperamos el inevitable momento del impacto. Este tipo de respuesta tiene una base neurológica que comienza a ser comprendida. Un nuevo trabajo, desarrollado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha mostrado la manera en que los circuitos neuronales trabajan juntos para formar los recuerdos de eventos que relacionan espacio-tiempo, algo que se conoce como recuerdos episódicos.

Esta habilidad, que ayuda al cerebro a determinar cuándo se necesita responder para defendernos de un posible daño, permite a nuestro órgano sensorial mantener un balance entre lo que nos podría paralizar del miedo y lo que nos hace sentir indiferencia. Los recuerdos episódicos, que se forman en el hipocampo, tienen tres elementos: qué, dónde y cuándo. Para integrarlos, el hipocampo se comunica con una región de la corteza cerebral que está fuera del hipocampo, conocida como corteza entorrinal.

La corteza entorrinal recibe información sensorial, como lo que vemos o escuchamos, de las áreas del cerebro que procesan las sensaciones y mandan la información al hipocampo. Este circuito que se forma genera un balance que limita la oportunidad para que dos eventos se relacionen, y además previene el aprendizaje constante de asociaciones temporales que no son importantes.

Para realizar su investigación, los neurocientíficos utilizaron optogenética, que es la combinación de métodos genéticos y ópticos para controlar células en tejidos vivos, como las neuronas, y saber si están activas o inactivas y conocer la relación de todos los circuitos neuronales. Dicha técnica fue empleada en tejido de cerebro de ratones.

Esta investigación es importante porque muestra el papel funcional de diferentes poblaciones de neuronas en la corteza entorrinal y su relación con el hipocampo.

Bibliografía:

Articulo original en Science | Fuente de Sciencedaily| Nota en el blog de Historias Cienciacionales