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Moléculas de fotones: un estado de la materia nunca antes visto

fotonesUn grupo de investigación del Centro para Átomos Ultrafríos, conformado por investigadores de la Universidad de Harvard y del MIT, han logrado unir fotones para formar moléculas con ellos. Con esto, lograron crear un estado de la materia que, hasta ahora, se consideraba únicamente teórico. Por muchas décadas, los fotones se habían descrito como partículas sin masa y sin interacción entre sí. Sin embargo, las “moléculas fotónicas”, nombre con el que se les ha descrito, se comportan de forma distinta, interactuando con tal fuerza entre sí que pareciera que tienen masa.

“No es una analogía poco apta comparar esto con las espadas láser”, comenta Mikhail Lukin, quien co-dirige la investigación por parte de la U. de Harvard. “Cuando estos fotones interactúan entre sí, se empujan y se repelen unos a otros. La física de lo que está pasando en éstas moléculas es similar a lo que vemos en las películas”.

Los investigadores encontraron esto mediante el bombeo de átomos de rubidio a una cámara de vacío, y usaron el láser para enfriar la nube de átomos a una temperatura cercana del cero absoluto. Después, con el uso de pulsos de láser extremadamente débiles, lanzaron fotones individuales a la nube de átomos y, mientras esos fotones entraban a la nube, su energía excitaba a los átomos que se cruzaban en su camino, causando que el fotón se alentara dramáticamente. A medida que el fotón se movía a través de la nube, esa energía se pasaba de átomo a átomo y eventualmente salía de la nube con el fotón.

“Cuando el fotón salía del medio, su identidad se preservaba. Es el mismo efecto que vemos con la refracción de la luz en un vaso de agua: la luz entra al agua, le brinda un poco de su energía al medio y dentro existe como luz y materia de forma acoplada pero, cuando sale, sigue siendo luz. Lo que pasa en nuestro caso es un poco más extremo: la luz reduce su velocidad considerablemente y la energía que se da es mucho mayor que la refracción”, comenta Lukin.

Cuando el equipo de investigadores disparó dos fotones a la nube, lo que les sorprendió fue verlos salir como una sola molécula.

La razón yace en un efecto llamado bloqueo de Rydber, el cual postula que cuando un átomo se excita, los átomos cercanos no pueden ser excitados al mismo grado.En la práctica, esto se traduce a que cuando dos fotones entran a la nube atómica, el primero excita al átomo, pero se mueve hacia adelante antes de que el segundo fotón pueda excitar a los átomos cercanos. El resultado: que dos fotones se jalen y empujen entre ellos a través de la nube mientras su energía se pasa de un átomo al siguiente.

Las implicaciones de este descubrimiento son gigantescas. Tanto, que nadie sabe sus implicaciones. Por lo pronto, se ha logrado superar un obstáculo de la computación cuántica: hasta ahora, construir un sistema que pudiese preservar información cuántica sólo podía lograrse con interacciones individuales entre quantas.

Sin embargo, los investigadores comentan que deben de mejorar el rendimiento, por lo que el descubrimiento aún se encuentra a nivel de prueba.

Finalmente, Lukin comentó, “Lo hacemos por diversión y porque estamos empujando las fronteras de la ciencia”.

 

Fuentes:

Fuente en la EurekAlert! | Artículo en Nature |  Nota en el blog de Historias Cienciacionales

¿Por qué limitarte a hacer levitar una gota de agua con ondas acústicas?

Sobre todo, cuando puedes moverla de un lado a otro y mezclarla con otro líquido o sólido, con la tecnología creada por Daniel Foresti y sus colegas en el Instituto de Tecnología de Zurich. Dos gotas de agua se unen en el aire. Tomada del sitio de New Scientist, donde también se reporta la noticia.

La levitación por ondas acústicas es un fenómeno bien conocido, pero hasta ahora no se había desarrollado la tecnología para mover y manipular un cuerpo más allá de hacer que levitara inmóvil en el aire. Con la tecnología de Foresti y su equipo, se ha logrado transportar gotas de líquidos de diferentes características, mezclarlas y hacerlas reaccionar sin que toquen ninguna superficie. Incluso han logrado hacer levitar un palillo para dientes y hacer que gire sobre su propio eje.

El secreto está en colocar una serie de módulos de emisión y reflexión de ondas acústicas en una fila. Haciendo variar las ondas entre cada módulo, se logra transportar un cuerpo (líquido o sólido) entre los módulos.

Esta tecnología permitiría que se manipularan muestras químicas o biológicas de importancia sin riesgo de contaminación por contacto, o simular ciertas condiciones de gravedad cero, entre otras cosas. "Tiene un amplio espectro de posibles aplicaciones," dice Foresti. La tecnología es prometedora; su principal limitante es que hay que calcular con exactitud la onda acústica requerida para el cuerpo en cuestión, pues, al menos con líquidos, se corre el riesgo de que la fuerza acústica sobrepase la tensión superficial de la gota y la muestra se atomice en el aire. Sin embargo, a diferencia de la levitación por campos electromagnéticos, no se requiere que el objeto tenga propiedades electromagnéticas particulares.

"En principio, puedes hacer flotar cualquier cosa con la levitación acústica", dice Dimos Poulikakos, uno de los desarrolladores de la tecnología. Incluso una persona. "Ahora, si una persona puede sobrevivir a las fuerzas acústicas, no estoy cien por ciento seguro," comenta Poulikakos.

A manera de inspiración para aplicaciones futuras, te dejamos un video de la tecnología de Foresti, Poulikakos y sus colegas en plena acción:

http://www.ltnt.ethz.ch/research/transport/projects/foresti/Photochemicalswitch.mov

 

Fuente en ETH Zurich | Artículo original en PNAS