tiburón

Tiburón de agua dulce que se duerme... imposible que se lo lleve la corriente

shark Todos tenemos puntos débiles. Cuenta el mito que para que Aquiles fuera inmortal, su madre lo sumergió a una laguna sosteniéndolo del talón, razón por la cual esta parte de su cuerpo era su punto débil. Por otro lado, el dragón Smaug, el de la novela de El Hobbit, tenía en el lado izquierdo de su pecho un punto vulnerable entre su armadura, lugar en el que recibió la flecha negra disparada por Bardo “El arquero”, misma que le dio la muerte.

Los tiburones también tienen un punto débil: el agua dulce. Este medio acuático provoca que dichos depredadores se deshidraten, que sus sentidos se entorpezcan, y se comprometa su reproducción. Ahora se ha demostrado que la poca salinidad en el agua les juega otra mala pasada a estos animales al hacer que se hundan.

Muchos animales cuentan con un órgano que les facilita la flotación –llamado vejiga natatoria-, pero los tiburones carecen de éste y en su lugar tienen un hígado grasoso. ¿Cómo hace entonces el tiburón sarda para llegar a vivir en aguas dulces?

Un estudio del tiburón sarda demostró que, debido a la pérdida de flotabilidad, éstos invierten un 50% más de la energía empleada en ascender una vez que se sumergen en el agua dulce. Este fenómeno se logra gracias a que los animales son capaces de engordar su hígado hasta el máximo posible. Es decir, para que un tiburón pudiera llegar a flotar en agua dulce de la misma manera que lo hace en agua salada, necesitaría aumentar ocho veces el volumen de su hígado. A pesar de que sí logran tener un hígado grande, el cuerpo rechoncho les genera un mayor arrastre y, en consecuencia, les reduce la eficiencia para cazar, de acuerdo con investigadores de diferentes universidades australianas y estadounidenses.

Los análisis de los fósiles han demostrado que los tiburones de aguas dulces fueron alguna vez más comunes que los de agua salada, pero se necesitan más estudios para determinar si fue la flotación u otro factor el que los llevó a vivir en aguas saladas.

Fuentes:

Artículo original en JEB| Nota de Sciencemag Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales

Un material de piel con dientes inspirado en tiburones.

sn-sharkskin Antonio Gaudí decía que “todo sale del gran libro de la naturaleza”. Las alas de los aviones y el sonar de los submarinos son un buen ejemplo de cómo el ingenio humano a tomado prestadas ideas de ella. ¿Qué tal la piel del tiburón? La piel de los tiburones es rugosa, como una lija de madera, debido a que está constituida por millones de pequeños dientes llamados “dentículos”. Los surcos entre estas estructuras suavizan el flujo del agua.

La forma de la piel de los tiburones inspiró a un equipo conformado por investigadores de Harvard y de la Universidad de Beihang, en China, para producir su propio material. Primero, escanearon  la piel de un tiburón mako (Isurus oxyrinchus) y generaron un modelo por computadora de los dentículos. Con una impresora 3D, el equipo colocó miles de dientes de dos milímetros en ambos lados de un material flexible. Posteriormente, colocaron el material a un brazo robótico para que se quedara quieto en agua en movimiento, y para que se moviera en agua estática.

Los resultados mostraron que en agua con un movimiento lento, los dentículos reducen el arrastre en el material en un 8.7%. Los beneficios son más pronunciados cuando el brazo robótico simula un movimiento de natación en el agua, ya que aumenta la velocidad en un 6.6% y reduce en un 5.9% la energía necesaria para moverse.

El equipo sostiene que la habilidad para fabricar materiales similares a la piel del tiburón abre un abanico de posibles manipulaciones de parámetros de superficies, así como la posibilidad de examinar las consecuencias hidrodinámicas de diversas formas de dentículos presentes en las diferentes especies de tiburones.

Además, mencionan que este material podría ser utilizado para mejorar los trajes de baño. Sin embargo, admiten que los retos de manufactura son tan grandes, que la idea podría morir en el agua.

Bibliografía:

Artículo original | Nota en Science | Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales

Más sabe el tiburón por viejo que por tiburón

22012014

 La escritora inglesa Agatha Christie recomendaba a las mujeres que se casaran con un arqueólogo, pues “cuánto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará”. Hasta ahora, no hay registros de alguien que se haya casado con un tiburón, pero no por eso estos peces han dejado de ser encantadores conforme se hacen más viejos. Es la longevidad de los tiburones, justamente, lo que ha sorprendido a cuatro investigadores de diferentes instituciones estadounidenses.

Típicamente, los especialistas en tiburones calculan sus edades al contar las bandas de crecimiento que se depositan de forma secuenciada en sus vértebras o en los huesos de sus oídos. Sin embargo, estimar su edad con una alta fidelidad puede ser complicado ya que estas bandas no necesariamente significan un crecimiento anual.

Es así que cuatro investigadores hicieron pruebas con material radiactivo para poder conocer la edad de estos animales de una forma más precisa, aprovechando que el material integrado en los huesos de los tiburones funciona como una “estampa del tiempo”. Para esto, utilizaron las vértebras de cuatro hembras y cuatro machos que habitaron el noroeste del océano Atlántico entre 1967 y 2010.

Los resultados mostraron que la hembra más longeva tenía 40 años, mientras que el macho más viejo había recorrido el mar durante 73 años. Este valor de longevidad es mayor al que se había sugerido en estudios anteriores, donde los tiburones del suroeste del océano Pacífico tenían 22 años y aquellos al oeste del océano Índico unos escasos 23.

De ser correcto que la esperanza de vida de los tiburones macho ronda los 70 años, esto significaría que los tiburones blancos están entre los peces cartilaginosos más longevos. Por ejemplo, el tiburón tollo de cacho puede vivir hasta 100 años.

Los autores de esta investigación analizaron las implicaciones de estas edades. Mencionan, por ejemplo, que la diferencia entre hembras y machos habla de un dimorfismo sexual importante. También resaltan, como su resultado más amargo, que las poblaciones de tiburón blanco son considerablemente más sensibles a la mortalidad inducida por el ser humano de lo que antes se pensaba.

Por cierto, Agatha Christie estuvo casada con Max Mallowan, un arqueólogo.

Bibliografía:

Artículo original de PLoS one  | Nota fuente en Sciencedaily  | Nota en el blog de Historias Cienciacionales