Las cebras se visten de blanco y negro para engañar a insectos detestables

01102014 Cada cebra es diferente. Las rayas son una de las características que les dan identidad individual. Sus patrones ha estado al centro de muchos debates por más de un siglo, y de ellos han surgido muchos argumentos. Algunos investigadores sugieren que las rayas confunden a los depredadores cuando un grupo de cebras huye, mientras que otros sostienen que les ayudan a evitar insectos fastidiosos que succionan sangre.

Quienes se inclinan por el argumento de la confusión a depredadores han utilizado pruebas computacionales utilizando personas que muestran tener problemas para localizar objetos con rayas que se mueven en el monitor. Por otro lado, se han realizado estudios en los que se ha demostrado que los insectos hematófagos prefieren aterrizar sobre superficies con colores uniformes, y no con rayas.

Un grupo de investigadores estadounidenses puso a prueba la hipótesis de los insectos, junto con la que sostiene que las rayas enfrían a los animales y con la que asegura que las hacen más atractivas para sus parejas. Al realizar análisis ecológicos, los investigadores observaron que las variables ambientales de las especies de los insectos y las de las cebras se sobreponen de una manera importante. Dichas coincidencias ecológicas no se ven en las otras hipótesis, ni siquiera las que se relacionan con predadores.

Los autores de dicho trabajo sugieren que los insectos han funcionado como una presión evolutiva para que surgieran rayas en animales como las cebras. Aunque también hostigan a los caballos domesticados que habitan la misma área que las cebras estudiadas, los patrones blanco y negro interfieren en la visión de las moscas y dan un lapso de tiempo de ventaja a las cebras.

La razón por la cual las cebras son susceptibles a los ataques de los insectos se desconoce. Incluso, los investigadores reconocen que el abrigo de las cebras las hace particularmente vulnerables a las enfermedades que los insectos transmiten, y que a veces llegan a ser fatales.

Bibliografía:

Nota fuente en Science |Artículo original en Nature Nota de Historias Cienciacionales

Cómo publicar un artículo de acceso libre en una revista de acceso restringido

Publicado originalmente en SVPOW por Mike Taylor.

Recientemente tuve una conversación con un amigo que está a punto de publicar su primer artículo. El artículo ya pasó las etapas de revisión y está aceptado en una revista de prestigio y de la vieja escuela. No es una revista de acceso libre (open-access, OA) y mi amigo me pidió consejos para saber cómo podría publicar el artículo bajo el esquema de acceso libre en esta revista.

Tuvimos una discusión fructífera y ambos estuvimos de acuerdo en que podría escribir las conclusiones de esa discusión en este blog.

Para publicar un artículo de acceso libre en una revista de acceso restringido existen varias opciones. La primera opción es pagarle a la editorial para que tu artículo sea de acceso libre. Esa es una opción legítima en las revistas “de acceso libre híbrido” (hybrid OA journals), las cuales en este momento son prácticamente todas las revistas de acceso restringido. Pero incluso cuando la revista te invita a hacerlo, no siempre es posible. En este caso, mi amigo no tiene fondos institucionales disponibles para este rubro y realmente no está en posición de pagar tres mil dólares de su propio bolsillo.

La segunda opción es escribir a la revista diciendo que seleccionaste la opción de acceso libre, pero dado que no tienes financiamiento institucional debes solicitar una exención del pago. ¿Funcionará esta opción? Es imposible decirlo a menos que lo intentes. Algunas revistas tienen una política de “no-hay-exención-de-pago”. Rayos, incluso algunas tienen una política de “siempre concedemos las exenciones, pero no las anunciamos”. Mi idea es que la mayoría no tienen una política al respecto, ninguna en absoluto, pero que los editores (quienes son investigadores en su mayoría) tenderán a ser empáticos y apoyarán tu caso. De cualquier manera, no pierdes nada con solicitar la exención de manera amable.

Si eso falla, la tercera opción es usar el addendum SPARC para autores. Al utilizar este instrumento legal (el cual está disponible gratuitamente), no transfieres los derechos de autor a la editorial -algo que la editorial usualmente requiere- sino que les otorgas un permiso de publicación no exclusivo (lo cual es lo único que necesitan). Esto te otorga la libertad de publicar legal y gratuitamente la versión revisada de tu artículo en cualquier otro sitio: en un portal institucional, en tu página web personal o en cualquier otro lugar. Yo nunca he utilizado este recurso pero he escuchado que es ampliamente aceptado.

Si la editorial es tan intransigente como para rechazar el addendum SPARC, la cuarta opción es dedicar tu manuscrito al dominio público, por ejemplo, publicando en arXiv con la declaración de dominio público de Creative Commons. Una vez que esto está hecho, devuelve la forma de cesión de derechos al editor, diciéndole que no hay derechos de autor que transferir. Las editoriales están acostumbradas a tratar con artículos que no tienen copyright, por ejemplo, cualquier cosa que sea autoría de empleados del gobierno federal de los Estados Unidos está en la categoría de “dominio público”. Sus formularios de derechos de autor usualmente incluyen una sección para declararla libre de derechos o del dominio público.

Finalmente, si por alguna razón todas las tácticas anteriores fallan (si la revista simplemente se rehúsa a otorgarte una exención del pago, no acepta el addendum SPARC y rechaza que el trabajo sea de dominio público a menos que sea escrito por trabajadores del gobierno estadounidense -y si a pesar de su evidente hostilidad hacia la ciencia estás aun interesado en que esa revista acepte tu artículo) entonces tienes una última opción: sigue adelante, cede los derechos, y entonces coloca la versión final en PDF en tu página web personal*. Técnicamente no tienes el derecho a hacerlo, pero históricamente nunca ha sido un problema. Se hace de manera rutinaria, especialmente por profesores de la vieja escuela a quienes nunca, ni por asomo, se les hubiera ocurrido que compartir su propio trabajo podría ser un problema.

Sólo para ser claros, no estoy promoviendo esta última opción. Las cuatro primeras opciones son mejores porque están en completo acuerdo con las leyes de propiedad intelectual. Pero cuando te enfrentas a una editorial que simplemente está determinada a prevenir que tu trabajo sea leído, entonces tienes que plantearte si estás más interesado en respetar el copyright o en hacer lo que es correcto. Esta es la situación con muchos de mis primeros artículos, cuando en mis estúpidos días de juventud cedía la propiedad intelectual a las editoriales sin siquiera pensar en ello. Habiéndome metido en eso, me parece que colocar tales artículos disponibles para el público de cualquier manera posible es la menos mala de todas las opciones. Actualmente, sin embargo, nunca escogería esa opción dado que publico mis artículos exclusivamente en revistas de acceso libre.

En resumen:

La opción cero, que no se discute aquí, es que mandes tu artículo a una revista de acceso libre. Así, ninguno de estos problemas hubiera surgido, pero si ya no estás en posición de hacerlo:

1. Si tienes los recursos, úsalos para pagar a la editorial de manera que tu artículo sea de acceso libre.

2. Solicita una exención del pago.

3. Usa el addendum SPARC para autores para mantener la propiedad intelectual sobre tus trabajos y otorga a la revista una licencia para publicarlos.

4. Haz que tu manuscrito sea del dominio público y dile a la editorial que no puedes transferirles la propiedad intelectual de tu trabajo porque no existe propiedad intelectual en ese trabajo.

5. Si todo lo demás falla, de todos modos, haz que el artículo sea accesible para todo el público*.

* Nota del traductor: El texto menciona explícitamente que publicar el artículo en una web institucional o personal sin permiso de la editorial no es técnicamente legal y Taylor no lo recomienda. Recientemente Elsevier, una de las editoriales más importantes de revistas académicas, emprendió acciones legales contra diversas instituciones por violaciones a los derechos de autor. Para más información leer esta nota.

Acerca del autor: Michael P. Taylor es investigador asociado en el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol. Es un defensor y promotor del Open Access, Open Source y Open Data. Puedes encontrarlo en twitter como @MikeTaylor

La flexibilidad del perfume

04092014 Las plantas con flor embriagan a los insectos polinizadores con aromas que enamoran. Este olor puede ser un arma de doble filo e invitar a muchos comensales.

Si las plantas se llenan de herbívoros, como las orugas, buscarán atraer a insectos que se coman a dichos comensales con la ayuda de señales de olor en sus hojas. Estos podría ser avispas que ponen sus huevos sobre las orugas que comen a la planta, y así matarlas.

Pero no todo es ganancia para las plantas. La combinación de los olores de las flores con los de las hojas reducen su eficiencia mutuamente. He ahí el dilema. ¿Usar energía en la atracción de insectos y en la reproducción, o invertir en la defensa contra los herbívoros?

La acumulación de cambios en el tiempo ha llevado a que las plantas con flor ajusten sus esencias aromáticas a sus necesidades en cualquier momento, y así atraer a un insecto polinizador de una manera más enfocada.

En una investigación llevada a cabo por investigadores de instituciones suizas e italianas, los científicos observaron la reacción de la Brassica rapa, una planta cuya flor es comestible, cuando fue infestada de herbívoros. Los autores del trabajo demostraron que después de que los parásitos invadieron la planta, ésta redujo su aroma floral y comenzó a emitir señales aromáticas provenientes de sus hojas.

Los investigadores aseguran que disminuir el aroma floral hace a la planta menos atractiva a los insectos que la polinizan, y más atractiva para los animales que matan a los herbívoros. Una vez que la planta ya tiene a muchos de los segundos, produce más flores para compensar la pérdida del atractivo, y así tener más polinizadores.

Este es un ejemplo de las interacciones ecológicas entre plantas y polinizadores. Es evidencia de que los aromas florales son parte del intercambio con otros olores, todos con consecuencias para la planta. Y, sobre todo, de la flexibilidad de las plantas para adaptarse a su medio.

Bibliografía:

Nota fuente en EurekAlert! |Artículo  en New Phytologist| Nota de Historias Cienciacionales

Bienvenido el planeta enano más lejano del sistema solar



04082014 Después de aquella acalorada discusión que le quitó a Plutón su categoría de planeta, la Unión Astronómica Internacional dejó muy claro qué era un planeta y qué no. Muchos reconocen que la decisión de la Unión fue acertada a la luz de los nuevos descubrimientos. En 2005, se descubrió un objeto más masivo que Plutón dentro del Sistema Solar: Eris. Pronto, los astrónomos se dieron cuenta que había una multitud de objetos más allá de la órbita de Neptuno lo suficientemente grandes para que sean esféricos por su propia gravedad (y, por lo tanto, no sean considerados sólo satélites), pero no lo suficientemente grandes para limpiar su órbita de otros cuerpos (el criterio para ser considerado planeta). Estos cuerpos se llaman planetas enanos trans-neptunianos. Los astrónomos parecen estar en lo correcto en sus predicciones, pues se han seguido encontrando más y más probables planetas enanos transneptunianos. Esta semana, se confirmó el descubrimiento del planeta enano más lejano del Sol que se haya observado hasta ahora.

Astrónomos del Observatorio Gemini, en Hawai, hicieron observaciones detalladas y análisis de este objeto descubierto en 2012. Esto les llevó a concluir que el llamado 2012 VP113 es realmente un planeta enano (casi doce veces más pequeño que la Luna) y que es el más lejano descubierto hasta ahora. De hecho, sólo se conocía otro planeta enano, llamado Sedna, que rivaliza en distancia desde el Sol con 2012 VP113. Tanto Sedna, descubierto en 2003, como 2012 VP113 (al cual se le llama temporalmente “Biden”, por el vicepresidente actual de los EUA, Joe Biden) se encuentran en la región interior de la nube de Oort, una colección de cuerpos de roca y hielo que llega hasta casi un año luz del Sol, considerada la última frontera del Sistema Solar llegando más allá de 50 veces la distancia de la Tierra al Sol.

Plutón, y otros probables planetas enanos, se encuentran en el llamado “cinturón de Kuiper”, que se extiende desde la órbita de Neptuno hasta la nube de Oort. Es en ese cinturón en el que se han encontrado muchos objetos que probablemente sean planetas enanos, pero Sedna y 2012 VP113 son los únicos dos confirmados que traspasan esa frontera.

El descubrimiento de 2012 VP113, que en su punto más cercano al Sol está a casi 12 mil millones de kilómetros (80 veces la distancia de la Tierra al Sol), es un indicio de que probablemente existen muchos más planetas enanos allá afuera, y que Sedna no era un garbanzo de a libra. Es probable, según las declaraciones de los descubridores en una entrevista para la revista Nature, que muy pronto se confirme la naturaleza de seis cuerpos estelares más, pero podría haber miles. Uno de ellos podría ser un planeta incluso más grande que la Tierra.

Bibliografía:

Nota fuente en Science Daily|Aquí la cobertura de Nature | Nota de Historias Cienciacionales

¿Con cuántos habrá tenido sexo?

No, esta pregunta no es para que usted nos la conteste, querido lector. Es en realidad una pregunta que la araña macho australiana se hace cada que ve a una pareja en potencia.La araña hembra de la especie Argiope keyserlingi tienen dos estructuras comparables a la vagina de las mujeres. Cada una se localiza en cada costado de sus cuerpos. En ellos, los machos depositan su esperma utilizando el equivalente al pene humano. Argiope_keyserlingi

 

Después del encuentro sexual, los machos cortan su órgano y así sellan para siempre el orificio genital femenino. No se preocupe, estimado lector, pues cada macho tiene dos equivalentes del pene. Pero deshacerse de una de sus partes masculinas tiene una desventaja: podrá tener sexo de nuevo si su órgano restante está en el mismo lado que el de la hembra. Es decir, si el macho con un pene en el lado izquierdo encuentra a una hembra con el orificio izquierdo abierto, podrá copular con ella.

Si un macho se le acerca a una hembra que no es compatible de lado o que ya fue “sellada” dos veces, pierde su tiempo y corre el riesgo de que una hembra preñada y hambrienta se lo coma. Ante dicho peligro, los machos tienen un as bajo la manga. El macho utiliza feromonas presentes en la telaraña para detectar cuántas parejas ha tenido una hembra en potencia.

Gracias a esta detección, los machos eligen a aquellas que han tenido menos amantes. Los machos tienden a escoger a una hembra con un solo ex amante entre el 75% y 90% de las veces, comparado con aquellos que se han apareado dos veces. Lamentablemente, su sentido arácnido tiene sus límites. Esta detección no les informa qué orificio está vacío.

Un dato adicional es que cuando a los machos se les coloca con una hembra “virgen”, sólo copulan con ella una vez y reservan su segundo órgano sexual para otra hembra. Esto sugiere que los machos son polígamos, a diferencia de otras especies del mismo género, quienes tienden a quedarse con una pareja.

Bibliografía:

Artículo original | Nota en Science | Imagen | Artículo original en el Blog de Historias Cienciacionales

Inspiración y bipolaridad, una pareja explosiva.

mosVincent Van Gogh decía que, para él, el trabajo era absolutamente necesario. No lo podía detener y no le importaba nada más. Probablemente hubiera estado de acuerdo con Pablo Picasso en el sentido de que es deseable que la inspiración nos encuentre trabajando. La inspiración es frecuentemente asociada con el arte.También es cierto que muchos artistas han descrito experiencias personales de manía y depresión, lo que ha generado una asociación entre la creatividad y el desorden de bipolaridad. De acuerdo con una nueva investigación, las personas que presentan un alto riesgo de desarrollar bipolaridad tienen fuertes experiencias de inspiración.

Los autores de dicho trabajo sostienen que las personas con trastorno bipolar le dan un alto valor a la creatividad para describir su condición. De hecho, se ha visto que aquellos tratamientos que puedan comprometer su creatividad son rechazados por los pacientes.

Para el estudio,  investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, y la de Lancaster, en Reino Unido, le pidieron a 835 estudiantes de licenciatura de respectivas instituciones que llenaran un cuestionario en línea. Así, se pudo conocer su riesgo de bipolaridad utilizando una medida que captura cambios episódicos emocionales, de comportamiento y energía. Además, completaron otro cuestionario generado por los investigadores para explorar sus creencias sobre la inspiración, particularmente sus fuentes, ya fuera individuales o provenientes del ambiente. Los resultados mostraron que aquellos estudiantes que obtuvieron un alto riesgo de presentar el trastorno bipolar también presentaron un nivel alto de inspiración, cuya fuente provenía de ellos mismos.

Los investigadores mencionan que, a pesar de que este patrón es consistente y que la inspiración y el riesgo de bipolaridad están relacionados, es necesario explorar otras variables para obtener una imagen amplia que lleve a más investigaciones con pacientes.

Bibliografía:

Artículo Original en PLOS | Nota fuente en Science Daily | Imagen | Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales

¡Bienvenidos a la Tierra de las Ondas Gravitacionales Primordiales!

¡¿Qué se puede decir después de haber vivido la semana más excitante en el campo de la cosmología?! Después de la noticia que dio una vuelta al mundo el lunes pasado a las 9 am (hora del D.F., México): ondas-1

¡Las ondas gravitacionales han sido detectadas y están para quedarse! Permítanme darles un breve recorrido sobre este suceso y las nuevas fronteras que conllevarán sus resultados.

Todo comenzó con un anuncio oficial de prensa del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian(spaceref):

Este Lunes 17 de marzo, hora del este, los astrónomos anunciarán un “gran descubrimiento”.

Sin embargo, dicho anuncio no reveló evidencia de qué se trataba el “descubrimiento” realmente. Y los rumores en la comunidad científica empezaron...

Claro que  al conocer cosmólogos o teniendo amigos de dicha área en Facebook, Twitter, o cualquier otra red social, el rumor empezó a esclarecerse: el experimento en el polo sur BICEP2 (Background Imaging of Cosmic Extragalactic Polarization, por sus siglas en inglés) que cuenta con el trabajo de 47 investigadores de varios países y dirigidos por John Kovac, ha detectado señales de ondas gravitacionales.

¿Qué son las ondas gravitaciones? y ¿cuál es la importancia de su detección? Estas preguntas serán reveladas más adelante, pero primero permítame mencionar la importancia por la cual esta noticia es extraordinaria: la detección de éstas señales extrañas provenientes del espacio daría una enorme e importante pista de lo que pasó en los primeros momentos de la Gran Explosión (o Big Bang) que dio origen a nuestro universo.

BICEP-1

Así se ve el BICEP-2

De la misma forma que el electromagnetismo predice la existencia de ondas electromagnéticas, la Relatividad General propuesta por Albert Einstein en 1915 predice la existencia de ondas gravitacionales, las cuales pueden verse como perturbaciones en el espacio-tiempo y que se propagan a la velocidad de la luz. Explicar la ciencia de las ondas gravitacional requeriría unas líneas extras a esta noticia, pero invito al lector a que disfrute de 3 minutos sobre este fenómeno en el Universo con este vídeo.

Continuando con esta noticia impactante, es interesante mencionar que además de encontrar vida en otros planetas o detectar la materia oscura, se podría pensar que no hay descubrimiento plausible más importante que éste para ampliar nuestro entendimiento del Universo. Y por supuesto, muchos consideran que es uno de los más grandes descubrimientos desde la presentación de la energía oscura.

Una idea que debemos tener en mente es que el descubrimiento no indica que las ondas gravitacionales existen -claro que existen-. La gran noticia es que ahora tenemos la evidencia experimental de ese algo que pasó justo cuando nuestro universo nació. Y de la mano de este descubrimiento, tenemos la teoría de la inflación cósmica, una hermosa teoría que describe ese instante del Universo y que explica por qué lo vemos al mismo tiempo grande y muy parejo en todas direcciones. Esta idea fue propuesta en 1979 por Alan Guth, aquí vemos en sus apuntes como se resolvía el problema de la teoría de la Gran Explosión:

ondas-2

En resumen, en épocas muy, muy tempranas (aún no estamos seguros cuándo exactamente, pero ha sido plausible considerar 10-35 segundos o menos antes del tiempo de Planck, que es la unidad de tiempo más pequeña que puede ser medida y es de alrededor de 10-43 segundos), el Universo pasó por una fase de expansión acelerada por alguna razón u otra. Existe una amplia variedad de modelos que describen cuál pudo haber sido dicha fase; y descubrir cuál es el modelo adecuado es el pan de cada día de los cosmólogos. Pero claro, el efecto básico de la idea de la era inflacionaria suaviza mucho las cosas: elementos como la densidad de las perturbaciones (las cuales al colapsar gravitacionalmente formaron las galaxias, grupos de galaxias y super agrupaciones de galaxias), la curvatura espacial, y ciertas reliquias de esa época quedan diluidas. Claro que, según la mecánica cuántica, no podemos suavizar estas cosas completamente. Sin prolongar estas ideas, la inflación ciertamente hace predicciones crudas: el universo es aproximadamente homogéneo, y la curvatura del espacio es muy pequeña. Pero las perturbaciones que aparecen en dicho escenario proveen información aún más específica y cualitativa, y ofrecen una esperanza tangible de que estamos aprendiendo más de la era inflacionaria.

Hay dos clases de perturbaciones que esperamos ver: el campo “inflaton” y las “ondas gravitacionales”. No sabemos qué campo llevó a cabo la inflación, es por ello que le llamamos inflaton y tratamos de determinar sus propiedades con base en observaciones. Y por supuesto, hay fluctuaciones cuánticas en el campo gravitacional: las ondas gravitaciones o gravitones. Esta idea fue propuesta a principio de los años 80 y justo después de que la teoría inflacionaria fuera publicada.

Las ondas gravitacionales son interesantes por las siguientes razones: primero, sabemos que deben estar ahí; segundo, existe un proceso por el cual podemos separar las ondas gravitacionales de las fluctuaciones de la densidad usando la polarización de la radiación cósmica de fondo, es decir, podemos separar la señal de estas ondas, las cuales tienen forma de remolinos en la polarización de la luz más antigua del universo y que éstas sean polarizadas significa que en su movimiento de propagación se mueven de una manera específica en un plano dado. Finalmente, las ondas gravitacionales podrían revelar un número mágico: la densidad de energía del Universo durante la era inflacionaria.

Usualmente, un mapa de la polarización de la radiación cósmica de fondo toma la forma de pequeños segmentos de líneas en el cielo. Si uno tiene polarización en un punto específico, esa es toda la información disponible; pero si uno tiene un mapa de polarización sobre una determinada área, se podría descomponer en lo que llamamos modos E y modos B, y son éstos últimos el resultado de las perturbaciones de las ondas gravitacionales. En la imagen 3 tenemos el mapa obtenido por BICEP2 donde vemos como giran las flechitas haciendo espirales en algunos sitios según los cambios de temperatura. Podemos conocer la medida del efecto los modos B a través de un parámetro al que denominamos “r” (tensor-to-scalar ratio, en inglés). Si r=0, quiere decir que no se observan estas ondas gravitacionales. Es aquí donde el rumor de la semana pasada y el ahora descubrimiento confirmado recae: el experimento BICEP2 ha encontrado signos de los modos B de las ondas gravitacionales primordiales con r=0.2 como se observa en la Imagen 4. Los resultados oficiales fueron publicados en http://bicepkeck.org.

ondas-3

ondas-4

Pensemos por un momento lo que este descubrimiento quiere decir. Las ondas gravitacionales son producidas por la inflación, y ahora que se han detectado tenemos los datos que describen el proceso físico a escalas un poco más abajo que las de Planck. Actualmente, nuestro conocimiento empírico del universo temprano se extiende a escenarios cerca de un segundo después de la Gran Explosión, por supuesto, cortesía de la época de nucleosíntesis, etapa del universo temprano que duró alrededor de tres minutos y dio origen a la formación de elementos ligeros, como por ejemplo: el hidrógeno.

La predicción de las ondas gravitacionales es una de las grandes palancas que tenemos para decir que la inflación realmente ocurrió. Y ahora que BICEP2 ha publicado sus resultados es seguro que afectará nuestras ideas de cómo pensamos que fueron los primeros momentos de la historia de nuestro Universo. Es por lo cual hasta este punto se podría pensar en el fin del mundo como lo conocemos: primero, con estos resultados sabemos que la era de inflación realmente ocurrió. Segundo, sería prueba de que la gravedad cumple con los preceptos de la mecánica cuántica y podría ser unificada con las otras fuerzas que aparecen en la naturaleza Tercero, tenemos un valor numérico que indica la escala de energía a la cual ocurrió la época inflacionaria. Y por último, muchos modelos teóricos alternativos a la inflación y propuestos hasta el momento quedarían en el olvido. Mencionemos también que hay más de un pilar en la historia de la teoría inflacionaria: tenemos en una columna a Alexei Starobinski con su espléndido artículo publicado en la Journal of Experiment and Theoretical Physics Letters en 1979, en otra a Andrei Linde con su artículo publicado en Physics Letters B en 1982 y el dúo Andreas Albretch y Paul Steinhardt con su ideas plasmadas en la revista Physical Review Letters de 1982. No pasen desapercibidos estos héroes de la idea de la época inflacionaria, que seguramente serán los rostros de muchos comentarios en la próxima reunión del comité del Premio Nobel.

No olvidemos que actualmente existen muchos experimentos en competencia, por ejemplo la Misión Planck, la cual dio relevantes resultados precisamente hace un año. Cada uno de ellos está trabajando muy rápidamente para decirnos si estamos en el camino correcto a describir el Universo en el que vivimos.

Mientras tanto en la comunidad científica los rumores continuan: ¡suenan campanas para el Premio Nobel de Física 2014! Cerremos este breve artículo con un video emotivo de  las reacciones de Andrei Linde y su esposa Renata Kallosh al recibir la noticia de este descubrimiento:

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Acerca de la autora:

Celia Escamilla Rivera es Doctor Europeus por la Universidad del País Vasco y la Universidad de Oxford. Actualmente investigadora visitante en la Universidad de Nottingham, Reino Unido. Su investigación se centra en la interacción entre la cosmología teórica y observacional.

¿Por qué el cielo de «El grito» es rojo?

Uno de los argumentos que explican el color del cielo de tan famosa pintura es la explosión del volcán Krakatoa, una década antes de que Edvard Munch lo creara. Esto se debe a que las gotas de ácido sulfúrico que son arrojadas a la atmósfera durante las erupciones dispersan la luz azul y crean crepúsculos de un carmesí vívido. De hecho, los colores cálidos pueden teñir las puestas de Sol de todo el mundo por muchos años, aun cuando la erupción inicial haya acabado. "El grito", de Edvard Munch.

El pintor noruego no fue el único que captó un cielo rojo en sus pinturas. En 1818, el alemán Caspar David Friedrich creó «Mujer frente al sol poniente», dos años después de que sucedieran un gran número de erupciones volcánicas; fueron tantas que a éste se le conoció como "el año sin verano" porque las partículas volcánicas reflejaban la luz del Sol. ¿Será que hay una conexión en este sentido entre todas las pinturas con cielo rojo, realizadas entre el año 1500 y 2000?

Sin importar el estilo del pintor, investigadores de diferentes instituciones –principalmente griegas– analizaron una centena de obras pictóricas realizadas en 500 años y buscaron una relación con registros de erupciones volcánicas. Los investigadores observaron que aquellas pinturas creadas poco después de erupciones volcánicas tienen cielos más rojos que aquellas que fueron realizadas en periodos de actividad volcánica baja.

Los resultados de este trabajo coinciden con los niveles de otros contaminantes atmosféricos que han sido recolectados, por ejemplo, en los núcleos de hielo. Debido a que éstos últimos indicadores dan una evidencia limitada para temporadas cortas de tiempo debido a su escasez, los autores de este trabajo esperan que su estudio dé a los expertos en clima un espectro amplio de datos novedoso y colorido, capaz de llenar huecos de información.

Bibliografía:

Artículo originalNota fuente en Science | Imagen | Nota original en el Blog de Historias Cienciacionales

Los anillos de un Centauro

Asteroide-Cariclo  

En la mitología griega, los centauros son seres salvajes con el cuerpo y las piernas de caballo y la cabeza, brazos y torso de humano. Los centauros se asocian comúnmente con un comportamiento irracional y visceral, son animales supersticiosos y miran al cielo con frecuencia para determinar su destino de acuerdo con la posición de los objetos celestiales. Poco saben los centauros descritos por la mitología griega que allí mismo, en el cielo al que miran antes de tomar sus decisiones, existe un grupo de objetos bautizados en su honor. Hablando en términos astronómicos, los centauros son cuerpos celestes que orbitan alrededor del Sol entre las órbitas de Júpiter y Neptuno y cuyo comportamiento se parece a veces al de los asteroides y a veces al de los cometas (la naturaleza híbrida de los centauros griegos está presente). A diferencia de los planetas, los cuales tienen órbitas elípticas definidas, la órbita que siguen los centauros es errática, igual que el errático camino de los centauros mitológicos, debido a la influencia de la gravedad de los planetas.

Uno de los centauros mitológicos más importantes es Queirón, quien se distingue de sus congéneres por ser racional y sabio. Queirón tuvo por esposa a la ninfa Cariclo, quien le ayudó activamente en la educación de dos héroes griegos: Jasón y Aquiles. Y es de Cariclo de quien hablaremos en este blog.

Cariclo y Queirón son los dos centauros (astronómicos) de mayor tamaño conocidos hasta el momento, tienen un diámetro de 250 y 230 Km respectivamente. Comparado con nuestra Luna, Cariclo es aproximadamente 14 veces más pequeño y tarda 63.17 años en completar una vuelta alrededor del Sol. Cariclo fue descubierto en 1997 y durante este tiempo las observaciones realizadas a este centauro fueron desconcertantes, pues a veces se observa una disminución inusual en el brillo que refleja. Además, aunque ya se había detectado la presencia de hielo en este centauro, en algunas observaciones no se detectaba hielo por ningún lado. Cariclo era un misterio y un desafío para los astrónomos, pero esa historia acaba de dar un giro inesperado: un grupo multinacional formado por investigadores de más de diez países formaron una red de observación espacial compuesta por distintos telescopios para observar la ocultación de una estrella debido al paso de Cariclo. Las ocultaciones son fenómenos frecuentes y se refieren a la disminución del brillo de una estrella por el tránsito de un cuerpo opaco entre la estrella y el observador. En este caso se dispuso a una serie de telescopios localizados en América del Sur para observar la ocultación de la estrella UCAC4 248-108672. Los resultados que se obtuvieron fueron sorprendentes, pues además de la disminución del brillo que se esperaba debido al tránsito de Cariclo, se observaron otras cuatro disminuciones en el brillo de UCAC4.

La primera explicación que se puede ofrecer para este resultado es que Cariclo posee cuatro satélites, pero la disminución del brillo de la estrella debido a estos "satélites" sugeriría que existen dos pares de satélites idénticos y que además están perfectamente alineados con Cariclo, lo cual es una explicación muy poco probable. La segunda explicación, la cual es mucho más interesante y probable, es que Cariclo posee dos anillos similares a los que se conocen para Saturno. Hasta ahora, los anillos sólo se conocen para cuatro grandes planetas: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno y se creía que una condición para la formación de los anillos es que la masa del planeta al que orbitan fuera tan grande que por efecto de su gravedad lograra mantener en órbita alrededor de él a distintos objetos de diámetro minúsculo o incluso partículas de polvo estelar o hielo. Por ello el descubrimiento de los anillos alrededor de Cariclo resulta relevante, pues su tamaño y masa son muy pequeños y contradicen a nuestra idea de que los anillos sólo pueden formarse alrededor de gigantes gaseosos como Saturno. Los anillos de Cariclo poseen un ancho de 6.5 y 3.5 Km y han sido llamados Oiapoque y Chuí, nombre de dos ríos que cruzan Brasil, país de origen de Felipe Braga-Ribera quien es el líder del equipo que realizó el descubrimiento. La presencia de dos anillos, y más específicamente la distancia que separa a estos anillos, sugiere también que Cariclo posee un satélite pequeño, el cual podría actuar como luna "pastora" al confinar y definir a Oiapoque y Chuí.

Ahora bien, de acuerdo con las mediciones de la ocultación de UCAC4, también fue posible proponer que la inclinación de los anillos es tal que algunas veces lo vemos de frente y otras veces de canto. Si el hielo que se ha detectado en Cariclo está contenido en los anillos, esto explicaría por qué el brillo del centauro aumenta y disminuye gradualmente (en función de la inclinación relativa de los anillos respecto a nosotros) y por qué a veces detectamos el hielo y a veces no. Respecto a la formación de los anillos de Cariclo, se cree que son los restos de una colisión que sucedió a muy baja velocidad entre Cariclo y tal vez otro asteroide. Sabemos que si esta colisión ocurrió, debió ser a velocidades bajas porque un choque con mayor fuerza hubiese lanzado a los restos de la colisión lo suficientemente lejos para escapar del campo gravitacional del centauro, pues aunque es el más grande de los centauros observados hasta ahora, es realmente pequeño: tan sólo el lago Ontario, el menor de los grandes lagos Norteamérica, mide 300 Km de largo.

Además, el descubrimiento de los anillos de Cariclo nos ofrece la posibilidad de conocer nuestros orígenes, pues nos otorga la posibilidad de estudiar a las etapas primigenias de nuestro sistema solar, en el cual la nube de polvo y materia estelar, similar a la composición de los anillos de Cariclo, fue condensándose hasta formar a los planetas,  incluido el nuestro.

Levanta los ojos al cielo nocturno, allá arriba, en un sitio lejano, los centauros siguen su rumbo errático y nos invitan a explorar misterios que esperan ser resueltos, ¿te animas a descubrirlos?

Acerca del autor:

Gustavo Rodríguez Alonso es estudiante del Doctorado en Ciencias Bioquímicas de la UNAM. Su proyecto está enfocado en el estudio de los genes que controlan el desarrollo de la raíz en las plantas cactáceas. Puedes encontrarlo en twitter como @RodAG_ o en su blog personal.

La conciencia reflejada

25marzo La identidad siempre ha sido generadora de pasiones; se vincula a lo que nos gusta, lo que hacemos, lo que permitimos y se resume en lo que somos. También, a gran escala, ha sido causa de guerras, así como de las cosas más sorprendentes que ha creado la humanidad. El reconocernos a nosotros mismos y el reconocer a los demás. La capacidad de convertirnos en el objeto de nuestra propia atención, diría Gordon Gallup, quien ha investigado la conciencia en primates desde hace mucho tiempo. El decidir y descubrir cómo es ese yo, que tiene una estrecha implicación con el quiénes somos nosotros y con ese pequeñito y lindo concepto que llamamos empatía.

Ésta importante característica, la capacidad de reconocernos, ha sido una de las piezas clave para separarnos del resto de los animales. “Somos animales conscientes, diferentes, especiales”, decimos. Pero, ¿realmente somos los únicos o existen otras especies que se reconocen a sí mismas? Ésta corta y preciada duda se coló en la investigación de biólogos, antropólogos y psicólogos desde hace tiempo, pero no fue sino hasta 1970, en la Universidad de Tulane, Nueva Orleáns, que Gordon Gallup respondió con un contundente y claro “sí”: los chimpancés también se reconocen a sí mismos.

¿Cómo lo demostró? Con espejos. Cuando colocaron a distintos chimpancés frente al espejo, comenzaban a explorar partes de su cuerpo, rascarse comida de entre los dientes, sacarse los mocos o hacer burbujas de baba. Además, Gordon observó su reacción cuando les pintaba marcas en la cara: éstos, al verse en el espejo, las trataban de borrar. “¡Hemos encontrado un chimpancé que se reconoce a sí mismo!”, habría pensado el investigador. Chimpancé al cual probablemente no le guste esa nueva mancha roja en su frente. Podrá sonar como un experimento sencillo, pero sólo otros pocos primates (como los orangutanes y los bonobos) lo han logrado, aun cuando se ha intentado varias veces y de diversas formas. Es algo bastante especial que podría indicar la posible presencia de conciencia, a la vez que podría desbancar al ser humano de su autoproclamado trono en el reino animal.

Pero, ¿aquí termina todo? ¿Los grandes simios se reconocen a sí mismos y el resto del mundo vivo no tiene idea de quién es? Por suerte, la cosa no acaba aquí. Tenemos que dejar el siglo XX atrás para llegar al siguiente descubrimiento relevante en auto-reconocimiento animal. Sigamos con dos señoras fabulosas: Diana Reiss y Lori Marino. Ellas decidieron intentarlo con unos animales que hace tiempo se dicen inteligentes: los delfines. En particular, la especie Turciops truncatus (habitante de casi todos los mares, incluidas mis natales aguas mexicanas).

Para hacer sus experimentos, se toparon con algunos problemas: los delfines no tienen manos como los primates para poder explorar su cara al ver reflejada una marca y, además, son animales mucho más grandes que viven bajo del agua. Ingeniosas como ellas solas, idearon el siguiente plan: dos delfines, dos experimentos, tres tanques de agua, varios espejos con diferentes capacidades reflectoras, cámaras de video, un método de marcas con tinta y marcas falsas y cuatro observadores entrenados. Una vez montado el experimento dentro del Acuario de Nueva York, en Brooklyn, hicieron los siguiente:

1. Marcaron falsamente al delfín con un plumón sin tinta (para no dejar marca pero sí una sensación). Observaron qué hacía en el tanque con espejos.

2. A ese mismo delfín lo volvieron a marcar, esta vez con tinta. Observaron.

3. Finalmente volvieron a hacer la marca falsa. Y observaron.

Tras horas de filmación y conteos vieron que el delfín buscaba los espejos que lo reflejaban mejor para poder explorar su cuerpo con la mirada, con el objetivo de encontrar la marca. Eso no es todo. Vieron que el delfín no dedicaba mucho tiempo a observarse cuando había sido marcado de manera falsa, pero pasaba más tiempo buscando marcas falsas una vez que ya había sido marcado con tinta previamente; al no descubrir marca alguna, se iba.

Los resultados que publicaron Diana y Lori en 2001 comprueban que un animal (bastante diferente a nosotros) tiene características que hacíamos exclusivas de los primates. ¡Los delfines Turciops truncatus también pueden reconocerse a sí mismos! Fue así que se demostró que ésta peculiar capacidad ha surgido, por lo menos, dos veces en la historia de la vida. Cosa sorprendente, si consideramos que hay 90 millones de años de separación entre delfines y chimpancés.

Todavía no tenemos claro porqué pasó esto ni tampoco quién más puede saber qué es; probablemente, animales como las orcas, la ballena jorobada y muchas aves (por ejemplo la urraca ya está dentro del grupo de quienes se reconocen). Se necesitaría crear un experimento que permita trabajar con animales de varias toneladas o con características muy diferentes a la nuestra: no todos los animales tienen manos y un par de ojos al frente, u ojos siquiera. ¿Y porqué no intentar con algún invertebrado? El yo puede estar en muchos de los animales que nos rodean y la inteligencia puede no ser algo tan especial como nos hicieron creer.

Todos los descubrimientos de inteligencia y cultura animal, junto con la voluntad de muchas personas como Jane Goodall (la primera investigadora en reportar el uso y elaboración de herramientas en vida silvestre por chimpancés), Steven Wise (un abogado enfocado en derechos animales) y la ya mencionada Lori Marino –quien es investigadora en la Universidad de Emory, Atlanta– condujeron a la creación del Nonhuman Rights Project (Proyecto para los Derechos de los No-humanos), que busca cambiar legalmente el término de objetos por el de personas en varias especies de animales, y así concederles libertad, integridad y dignidad, entre otros derechos. Cambiar qué son por quiénes son.

Lori es el rostro científico de la organización ya que se ha dedicado a investigar sobre inteligencia animal, evolución de cetáceos y las dimensiones éticas de las relaciones de humanos y no-humanos, como pueden ser las terapias supuestamente sanadoras con delfines. En 2011, Lori y sus amigos (otros investigadores del área) redactaron la “Declaración de los Derechos por los Cetáceos” en la Universidad de Helsinki, Finlandia, la cual aboga por la libertad, la no-propiedad y el respeto de las ballenas, delfines y marsopas, de sus familias, su cultura y su ambiente.

Sus investigaciones y activismo ya están teniendo consecuencias del otro lado del mundo. En 2013, el gobierno de India, tras presiones de la población que no quiere delfinarios en su país, prohibió el uso de cetáceos (delfines, ballenas y marsopas) para entretenimiento, así como su captura en cualquier lugar de India.

La próxima vez que veamos un show con delfines acordémonos de Lori y sus amigos humanos y no-humanos. Preguntémonos no qué son, sino quiénes son, y si realmente deberían estar viviendo ahí.

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Esta es la primera colaboración de Jerónimo Sainz de Agüero con Historias Cienciacionales. Jero tiene dos gustos en la vida: la biología y la cerámica. Sobre la primera, es tesista de licenciatura y estudia las bases moleculares de la evolución de la inteligencia en cetáceos y primates. Sobre la segunda, maneja su propio taller de cerámica, llamado El Engaño (casa-cerámica). Pueden echarle un ojo a sus creaciones aquí. Jero también disfruta del bailongo y la risa.

Bibliografía:

Artículo original de Gordon Gallup sobre sus chimpancés | Primates en acción frente a un espejo | El artículo de Diana y Lori sobre auto-reconocimiento en Turciops truncatus | ¡Aquípuedes ver a los delfines explorándose! | Non-Human Right Project |Declaración de los Derechos de los Cetáceos  | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Explora de cerca la Luna con la mejor resolución hasta hoy

marzo29 ¿Por qué no, en lugar de espiar la casa de tu ex desde Google Earth, exploras un poco de la superficie de la Luna con la mejor resolución que se ha visto?

La NASA ha puesto en línea y de manera accesible para todo público un mosaico del polo norte de la Luna, creado a partir de 10,581 imágenes tomadas a lo largo de cuatro años por el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO, por sus siglas en inglés).

El proyecto se pensó para elegir posibles sitios de futuros alunizajes y para poder estudiar más a detalle el terreno lunar. La imagen tiene una resolución que alcanza dos metros por pixel, lo cual genera una imagen de poco más de 930 mil pixeles cuadrados. Es decir, según dice el comunicado de la NASA, si se imprimera la imagen en la resolución regular de una revista impresa, esta sería tan larga como un campo de futbol americano.

No te recomendamos que la intentes descargar completa, porque requiere cerca de 3.3 terabytes de espacio. En lugar de eso, puedes explorarla pedazo a pedazo desde la comodidad de tu sillón, para ir elegiendo el cráter que visitarás cuando (con suerte) se popularicen los viajes a nuestro satélite.

Bibliografía:

Comunicado de la NASA| Imagen de la Luna |Nota en el blog de Historias Cienciacionales

El olvido te sienta bien

  olvido

Benjamin Franklin, uno de los fundadores de Estados Unidos, pedía que se le enseñara para así poder recordar. Si sólo le decían las cosas, las olvidaba. Lo que este hombre del siglo XVIII no sabía es que eliminar información innecesaria de nuestro cerebro es un evento que facilita mantener la plasticidad en este órgano y evitar el desarrollo de desórdenes mentales. ¿Será que las proteínas dentro de nuestras neuronas tienen algo que ver con nuestra memoria y olvido?

Franklin pidió que en su epitafio se leyera que ya "era comida de gusanos". Quienes conformamos Historias Cienciacionales no sabemos qué especie es la que se sirvió un buen banquete de los restos de este ilustre estadounidense. Pero si se trataba de una especie que ha servido de conejillo de indias para muchos experimentos, la de Caenorhabditis elegans, y le cambiamos algunos genes, podremos responder nuestra pregunta.

A estos gusanos les quitaremos la proteína musashi. Esta molécula es responsable para la función de las conexiones entre neuronas del cerebro. También evita que se produzcan otras proteínas que favorecen que la comunicación se estabilice, fenómeno importante en el proceso de aprendizaje y olvido.

En un primer experimento, veremos que nuestro grupo de gusanos modificados genéticamente tendrán las mismas habilidades aprendidas que aquellos intactos. Sin embargo, con el tiempo, los mutantes serán capaces de recordar información mejor que el otro grupo. Esto significa que sin esta proteína, se es menos olvidadizo. Además, aquellos gusanos que sí la tienen presente, perderán la memoria con más facilidad. Estos resultados son un argumento más para mostrar cómo la memoria y el olvido no son eventos secundarios, sino que hay causas directas –en este caso, moleculares– que los desencadenan.

Con trabajos como estos, se echa luz sobre los mecanismos moleculares que existen en el cerebro para poder olvidar. Así, se facilita el conocer las causas de desórdenes mentales involucrados con la memoria o la falta de ésta. Aún queda un largo camino para poder llegar a conclusiones más generales y para estar más cerca de medicamentos que prevengan la descontrolada pérdida de memoria.

Lamentablemente, no tenemos la posibilidad de decirle al señor Franklin sobre los avances en esta materia para que pueda olvidarlos. Al menos, nos quedamos tranquilos porque el proceso de aprendizaje en este tema continúa. Y, como también decía el hombre que tuvo problemas de sobrepeso, involucrarnos en este tema –y en todos– es la única manera para aprender.

Bibliografía:

Artículo original en Cell |Nota fuente en Science Daily| Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Los borrachos son atractivos… para sí mismos

borrachos Del uno al Narciso, ¿qué tan atractiv@ se considera? ¡Salud! Brindemos por cualquiera que haya sido su respuesta. ¡Brindemos varias veces! Ahora que ya estamos entrados en copitas, probablemente sienta cómo el acto de beber favorece la pérdida de la inhibición y, en algunas otras ocasiones, hasta la dignidad (esperemos no llegar a ese punto).

Déjeme hacerle otra pregunta: ¿usted se siente más atractivo ahora que ya hemos bebido una buena cantidad de alcohol? Espere. Si su respuesta es: “No, porque yo siempre me considero una persona atractiva”, podría dar paso a que pensemos que usted está bajo la influencia del alcohol todo el tiempo.

Mientras le sirvo otra copa, deje le cuento que cinco investigadores se fueron a meter a un bar francés y estudiaron a 19 personas para conocer cómo el alcohol influye en la autopercepción de la atracción. Les pidieron que calificaran qué tan atractivos, brillantes, originales y divertidos pensaban que eran después de haber ingerido alcohol. Con esto, los investigadores pudieron concluir que mientras más bebidas embriagantes se consumen, más atractiva se considera la persona. ¡Salud por eso!

¿Ya se la terminó? Le sirvo otra. Posteriormente, en un laboratorio, utilizaron una muestra de 94 participantes hombres a los que les dieron bebidas alcohólicas o bebidas sin alcohol. A la mitad de las personas de cada grupo se les dijo que habían bebido alcohol y a la otra mitad se les dijo que no. Después, se les pidió que hablaran y calificaran los mismos atributos que a los 19 del primer experimento. Sus discursos fueron grabados y calificados por 22 jueces independientes. ¡Venga otra copa! Los resultados de este segundo experimento mostraron que los participantes que pensaron que habían consumido alcohol hicieron autoevaluaciones más positivas que aquellos que pensaron que no. Sin embargo, los jueces externos aseguraron que este aumento en la autoevaluación no estaba relacionada con su verdadero desempeño.

A ver, páseme su vaso, que ya se le está vaciando. Este trabajo muestra las consecuencias sociales del alcohol con la autopercepción y con nuestras relaciones. El alcohol nos hace ver al otro más atractivo y también hace que nosotros mismos nos consideremos más guapos. Esto es importante porque nuestra autoestima es clave para que tengamos interacciones íntimas sin inhibición.

Eso sí, le tengo dos noticias. Ahí va la mala: el que el consumidor de alcohol sea atractivo ante sus propios ojos no significa que lo sea para los demás. La buena es que este trabajo ganó el Ig Nobel, premio que celebran aquellas investigaciones que primero te hacen reír y después te hacen pensar, del año pasado en el área de Psicología. En esta otra Historia Cienciacional puede leer un poco más sobre los Ig Nobel.

¿Tiene más sed? Acérqueme esa botella. _________________

Bibliografía:

Artículo original en Wiley | Página oficial del Ig Nobel | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Evolución enchilada: la domesticación del picante

  chiles

"La comida, para que sea buena, debe hacer un poquito de daño", diría el detective Edgar el zurdo Mendieta, personaje principal de las narconovelas del escritor mexicano Élmer Mendoza. El chile cumple bien con este requisito; además, ya es tan parte de nuestra cultura, lengua y discurso que la mitad de los albures –al menos, en México– incluyen a este fruto. 

Desde épocas precolombinas, formaba parte de rituales religiosos, bélicos y educativos. Finalmente, ¿quién no iba a aprender la lección a la primera si le forzaban a respirar el humo de chiles quemados cada vez que se portaba mal? Ahora, además de encontrarlo en nuestros platillos, el chile también es objeto de estudio de la ciencia.

En un esfuerzo conjunto de investigadores liderados por Luis Herrera Estrella –del Centro de Investigación y Estudios Avanzados, ubicado en la ciudad mexicana de Irapuato– se ha logrado secuenciar el genoma del chile verde (Capsicum annuum) y de su progenitor silvestre (Capsicum annuum var. glabriusculum). La historia dentro del ADN de estos organismos nos habla de su domesticación, de cómo obtuvieron y diversificaron su picor y de qué estrategias futuras podríamos usar para mejorar sus cultivos.

La picosa relación que tenemos con el chile se ha ido sazonando desde hace miles de años. En el valle de Tehuacán, en el estado de Puebla, se han encontrado vasijas que contienen restos de maíz, calabaza y chile –todos ellos, cultivos propios de la milpa–. También se han encontrado gránulos de almidón característicos del chile. Estos restos tienen una antigüedad de unos seis mil años, por lo cual se ha propuesto que México es la cuna de la domesticación del chile verde.

El chiltepín fue el primer chile, el progenitor, del cual derivaron todos los demás. De esta manera, el chile caribe, comapeño, cascabel, cuaresmeño, de árbol, jalapeño (y con él, el chipotle, que es simplemente una versión seca del anterior), piquín, poblano, serrano, tzincuauhyo y el resto de la enorme diversidad que conocemos hoy forma una sola especie con un sólo origen. El chile habanero (Capsicum chinense), el manzano (Capsicum pubescens) y el ají amarillo (Capsicum baccatum) son los únicos que podríamos moler en otro molcajete, pues son especies hermanas de todos los anteriores.

Lo que facilitó tal variación en el chile fue su plasticidad genómica: el genoma del chile, es decir, la totalidad de su ADN, está compuesto principalmente por secuencias móviles que pueden cambiar de asiento en el genoma cuantas veces quieran y, con ello, modificar la apariencia, ciclo de vida y sabor del fruto. Estos elementos móviles, llamados transposones, conforman el 81% del genoma del chile, un porcentaje bastante alto si se compara con el 61% del jitomate o la papa. Los transposones son fragmentos de ADN que pueden contener uno, ninguno o varios genes y que, al moverse de un lado a otro, son capaces de crear copias de estos genes o eliminarlos por completo del genoma. Una manera rápida, sencilla y eficaz de realizar cambios con grandes repercusiones.

Al leer el genoma del chile y entender su secuencia, los investigadores mexicanos encontraron que durante el proceso de domesticación se seleccionaron genes que promueven una germinación más rápida y una mejor resistencia ante el estrés ambiental, así como ante los ataques de organismos patógenos. Estos cambios fueron apareciendo, justamente, gracias al movimiento de los transposones.

¿Y cuándo es que el chile verde comenzó a darle sabor a nuestros caldos? El picor del chile no es un sabor; es una pungencia, una irritación que hemos sabido aprovechar para acompañar el sazón de enchiladas, chilaquiles o pozole. Esta pungencia es causada por una sustancia llamada capsaicina, presente sólo en los chiles y particularmente molesta para cualquier mamífero, no sólo los humanos. Es probable que la capsaicina funcione como un repelente de mamíferos, pero el color de estos frutos logra atraer a diferentes aves, quienes, o son muy machas, o son inmunes al efecto de esta sustancia; al volar, las aves dispersan las semillas del chile más lejos de lo que cualquier otro mamífero lo podría hacer. [Para saber más sobre la relación entre el chile y las aves, puedes leer esta Historia Cienciacional].

Para sintetizar la capsaicina, el chile utiliza 51 familias de genes, de las cuales 13 tienen una o más duplicaciones genéticas ocasionadas por el movimiento de los transpones saltarines. [Hablamos un poco sobre la genética del chile en esta otra Historia Cienciacional]. De acuerdo a cómo se hayan organizado los genes después de sus saltos por el genoma, cambiará el picor del chile. En el caso de los chiles que no pican, lo que sucede es que el movimiento de uno de estos transposones ya eliminó un gen necesario para la manufactura de la capsacina y, de esa manera, provocó que perdieran su picor.

Pero los humanos somos necios. Tanto así que le agarramos el gusto al chile para poder degustar comida que, aunque nos haga un poquito de daño, no deja de ser sabrosa.

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[Esta es la primer colaboración de Agustín Ávila Casanueva con Historias Cienciacionales. Egresado de la carrera de Ciencias Genómicas, Agustín piensa que la divulgación de la ciencia puede llenar espacios culturales, de comunicación, científicos y lúdicos. Agustín pasea a sus perros por las mañanas, lee novelas negras y le hace al basquetbol. Ha colaborado también con La Ruta del Bichólogo y con Cienciorama]

 

Bibliografía:

Artículo del genoma completo del chile en PNAS  | Artículo sobre la domesticación del chile en Science  | Artículo sobre la biosíntesis de la capsaicina | Artículo sobre transposones | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

¿Y cómo se ve la superficie marciana?

Colaboración de nuestros amigos de Pedazos de Carbono

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Esta ocasión vamos a compartir unas imágenes de la superficie marciana que se ven super espectaculares. Realmente nos hacen pensar cómo sería observar un amanecer en el planeta rojo, e incluso podemos ver como lucen algunas de sus montañas.
SuperficieMarciana1
SuperficieMarciana2

Pero antes de continuar, ¿te has preguntado cómo le hicieron para poderlas tomar? Pues realmente estas imágenes son producto de la mezcla de datos topográficos precisos obtenidos por la NASA y el arte del holandés Kees Veenenbos. Los mapas topográficos obtenidos por "The Mars Orbiter Laser Altimeter (MOLA)", que fue uno de los cinco instrumentos a bordo de la nave "Mars Global Surveyor (MGS)", fueron usados en el programa Terragen de gráficos por computadora como base para crear las imágenes llenas de realismo de la superficie marciana. Para Kees fue un gran reto, ya que lo que lo motivaba era hacer llegar a las masas la belleza lejana a nuestro planeta para que pudiéramos apreciar y entender lo maravilloso del planeta rojo.

SuperficieMarciana3 SuperficieMarciana4 SuperficieMarciana5 SuperficieMarciana6 SuperficieMarciana7 SuperficieMarciana8

Muchas de estas imágenes no sólo han ayudado a la NASA a identificar el mejor lugar para aterrizar algunas de las misiones que han llegado a Marte, sino que igual han servido para la difusión de la ciencia en los programas de la NASA, de "National Geographic" y de la serie científica estadounidense NOVA.

Espero que les hayan gustado, y que nos hagan saber si es que a primera vista les parecieron demasiado detalladas o que fueron tomadas 100% con una cámara.

Starignus

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Escrito por Ariadna Blanca Romero y publicado originalmente en Pedazos de Carbono

Asomémonos a las primeras fracciones de segundo del universo

26marzo El físico teórico Kip Thorne escribía en El futuro del espacio tiempo, obra de 2002: «En algún momento entre 2008 y 2030 se descubrirán ondas gravitacionales procedentes de la singularidad del Big-Bang [y] seguirá una era, que durará hasta 2050, en la que se harán grandes esfuerzos para medir el espectro de las ondas gravitacionales primordiales». Si los datos que hace poco presentaron en una conferencia de prensa John Kovac y sus colegas del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian superan el escrutinio, la era predicha por Kip Thorne comienza en este momento.

El descubrimiento de Kovac y sus colegas ha causado un verdadero revuelo entre la comunidad científica, al grado de que se habla de un Nobel para el equipo responsable. A pesar de que sus resultados no han sido revisados por sus pares (el proceso regular para todo trabajo científico), muchos físicos de numerosas universidades, en entrevistas, responden por la confiabilidad de sus colegas. “Para mí, esto luce realmente, realmente sólido”, dice el cosmólogo Marc Kamionkowski de la Universidad John Hopkins, en entrevista para la revista Nature. “Con una importancia comparable a la de la energía oscura o el descubrimiento de la Radiación de Microondas Cósmica de Fondo; algo que pasa una vez cada varias décadas”. El astrónomo John Carlstrom, de la Universidad de Chicago, declara para la misma revista: “Se tienen que resolver los detalles pero, por lo que sé, es muy probable que esto sea lo que todos estábamos esperando”.

¿De qué se trata exactamente su descubrimiento? Con un detector de microondas llamado BICEP2, situado en la Antártida, el equipo de Harvard ha conseguido por primera vez evidencia de las ondas gravitacionales causadas por los primeros momentos del Big-Bang. Según esta famosa teoría sobre el origen de nuestro universo, antes de que pasara el primer segundo de su existencia, el universo se expandió rápidamente, en un proceso conocido como inflación. De acuerdo con la teoría general de la relatividad de Einstein, esta inflación habría generado ondas gravitacionales que se habrían extendido a lo largo del cosmos. Esas ondas habrían afectado también a la llamada Radiación de Microondas Cósmica de Fondo, que es el residuo de radiación que ha viajado por más o menos 13 mil millones de años (la edad del universo), desde los límites del universo observable hasta nosotros. Cuando en las primeras fracciones de segundo del universo las ondas gravitacionales interactuaron con esa radiación de fondo, las microondas sufrieron un tipo particular de polarización, llamado de modo B. (La polarización de la luz visible, otra onda electromagnética, es un fenómeno de todos los días: lentes de sol, pantallas LCD o el cine en 3D son tecnologías que lo usan). Kovac y su equipo afirman haber encontrado polarización de modo B en la Radiación Cósmica de Fondo, luego de 3 años de recabar y analizar datos del experimento BICEP2.

De confirmarse, sus resultados tendrían muchas implicaciones para la física y probablemente para la concepción que tenemos del universo. Por un lado, son una evidencia de la existencia de ondas gravitacionales, un fenómeno que promete ser de inmensa utilidad para el estudio del universo en el futuro. Por poner un ejemplo, estudiando los neutrinos (un tipo de partículas subatómicas) provenientes del espacio es posible asomarse hasta a un segundo despúes del Big-Bang, no antes. Usando ondas de gravedad, podremos asomarnos a lo que pasó a una billonésima de segundo después del gran estallido (para más precisión, es una fracción de segundo de un punto decimal seguido de 38 ceros y un uno). Por el otro lado, se trata de una confirmación empírica de la hipótesis hasta ahora la más aceptada acerca del origen del cosmos, la famosa teoría del big-bang. Por último, según varios físicos, incluso podría comenzar el acercamiento entre la física cuántica y la gravedad, uno de los matrimonios que aún no se han logrado en la física moderna.

Para darle completa solidez al descubrimiento, se tendrá que comparar con los datos de otros proyectos que también están asomandose a la Radiación Cósmica de Fondo, como el del telescopio espacial Planck, de la Agencia Espacial Europea, o el del Telescopio del Polo Sur (SPT, por sus siglas en inglés), administrado por muchas universidades, y que está situado también en la Antártida, justo al lado del BICEP2. Es de esperar que, una vez pasado el revuelo inicial, con el tiempo las implicaciones de este descubrimiento se vuelvan más claras. Aunque ese Nobel no llegase, el trabajo de Kovac y sus colegas ha inaugurado un renovado interés en el origen del universo que indudablemente rendirá frutos. Así que podemos estar seguros de lo que los científicos de Harvard escriben en el enunciado final del manuscrito de su artículo científico, publicado hace poco en el portal ArXiv: “...una nueva era de cosmología de modo B ha iniciado”.

¿Estamos listos para ella?

Bibliografía:

*Reacción de Andrei Linde, uno de los físicos que predijo este descubrimiento, cuando le informan sobre el descubrimiento: sploid.gizmodo.com/witness-the-joy-of-the-man-who-predicted-todays-big-ba-1545834924 

Nota (en inglés) sobre el descubrimiento en The Guardian| Nota sobre el descubrimiento en Universe Today | Nota de Reuters en español sobre el tema | Uno de los artículos del equipo de Kovac, todavía en borrador| Nota en el blog de Historias Cienciacionales

El Arduo Camino Hacia el Lado Obscuro: Mitos, realidades y elucubraciones sobre la materia obscura

  “Es necesaria una gran madurez para entender que la opinión que defendemos no es más que nuestra hipótesis favorita, a la fuerza imperfecta, probablemente pasajera, que sólo los muy cortos de entendederas pueden tomar como una certeza o una verdad.”

Milán Kundera

 

No la podemos ver, no la podemos medir, podemos "sentir" sus efectos, pero no podemos asegurar que existe; es uno de los grandes dolores de cabeza para los astrofísicos y aunque realmente no la alcanzamos a comprender en su totalidad, cada vez se le imputan más y más responsabilidades de magnitudes astronómicas; nos referimos al presunto responsable de que el universo, los cúmulos de galaxias y nuestra propia Vía Láctea existan en la forma en que los conocemos. Con ustedes: La materia obscura.

 

¿Cómo se descubrió algo tan difícil de detectar?

Esta pregunta engloba la parte más interesante de este tema. En realidad, la materia obscura nunca ha sido "descubierta"; su concepto surge como una hipótesis para explicar el por qué ciertos cuerpos celestes no se comportan tal cual lo predice la teoría general de la relatividad de Einstein. Conforme se volvió más común el estudio de objetos distantes en el universo, derivado de los avances tecnológicos de principios del siglo XX, fue posible analizar el movimiento de las galaxias y estrellas con gran precisión; en este contexto, algunos científicos como Jan Oort y Fritz Zwicky notaron peculiaridades sumamente trascendentes en sus observaciones: la velocidad orbital de las estrellas en la Vía Láctea (Oort, 1932) y de las galaxias dentro de sus cúmulos (Zwicky, 1933), era mucho mayor a la esperada; esto implicaba que había algo allá afuera generando interacciones gravitacionales de gran magnitud.

El término “materia obscura” fue acuñado por Zwicky con el fin de explicar el desajuste entre la materia observable (estrellas, planetas, polvo, conejos, etc.) y las relaciones gravitacionales entre las galaxias. En un momento en que los supuestos eran tan divergentes como asumir que había materia incapaz de ser detectada por los telescopios de la época, o la necesidad de replantear la teoría de la relatividad para ajustarse a las nuevas observaciones, Zwicky, humano, apostó por el primero.

El tema quedó en el olvido por algunas décadas ya que, en realidad, nadie sabía mucho sobre el comportamiento de las galaxias ni se mostraba interesado en revivir la polémica de la materia perdida; sin embargo, a mediados de la década de los setentas, los avances tecnológicos de la época pusieron nuevamente el tema sobre la mesa. Vera Rubin descubrió que la velocidad de rotación de las galaxias sufre el mismo desajuste que las estrellas de Oort y las galaxias de Zwicky. Nueva evidencia se acumuló y la materia obscura regresó a las primeras planas.

 

¿Alguien tiene idea de qué es la materia obscura?

Las observaciones más recientes sobre radiación residual realizadas por el Satélite Planck de la Agencia Espacial Europea, apuntan a que 84.5% de la materia presente en el universo podría ser materia obscura. ¿En qué forma se presenta y dónde se esconde toda esa materia? Las primeras hipótesis sobre su naturaleza se enfocaron en objetos masivos indetectables (por su baja o nula emisión de radiación electromagnética): agujeros negros, estrellas de neutrones, algunas estrellas enanas y planetas no asociados a sistemas. Los telescopios del mundo y sus alrededores (en la actualidad hay muchísimos telescopios orbitando la Tierra) voltearon al cielo en busca de evidencia que sustentara esta teoría y, en efecto, existen evidencias, pero éstas no convencen al no ser suficientes. El 84.5% de la materia del universo no se esconde en forma de planetas errantes.

La hipótesis más aceptada es que la materia obscura se encuentra distribuida por todo nuestro universo, en forma de partículas masivas que interactúan débilmente (WIMPs, por sus siglas en inglés). Si las WIMPs fueran las responsables de la materia obscura en el universo, es posible que millones de estas partículas subatómicas estuvieran atravesando nuestros cuerpos a cada segundo. Sin embargo, las propiedades (hipotéticas) de las WIMPs impedirían que interactuaran de forma perceptible con la materia no obscura (exceptuando, obviamente, las interacciones gravitacionales).

La naturaleza de estas partículas subatómicas ha eludido a los científicos, a pesar de los grandes esfuerzos realizados para su detección directa o indirecta. En octubre de 2013 el equipo del Gran Detector Subterráneo de Xenón (LUX), localizado a kilómetro y medio por debajo de la superficie de Dakota del Sur, y considerado como la instalación más sensible para la detección de partículas de materia obscura, anunció lo que muchos ya imaginaban: no  han podido encontrar nada.

La frustración por la falta de resultados en la Tierra tiene su contraparte espacial; recientemente ha habido descubrimientos que ponen en duda los modelos vigentes relacionados a la materia obscura. Se han encontrado, por ejemplo, grandes grupos de estrellas, cuyas interacciones gravitacionales parecen estar dictadas exclusivamente por la materia visible, sin efectos perceptibles de materia obscura. También hay casos en los que la materia obscura no se comporta como lo esperamos: un caso sonado es el del cúmulo galáctico Abell 520, que presenta una distribución de materia obscura (hipotética, siempre hipotética) con un patrón inverso al esperado, como se puede observar en la siguiente figura.

 

 

Seguimos modelando con la materia obscura como andamio

A más de ochenta años de escuchar su voz en off, la materia obscura sigue siendo ese abominable misterio que sólo se conoce por las consecuencias gravitacionales que presuponen su existencia, pero esto no ha sido motivo para dejar de elaborar modelos basados en un universo que es, en su mayoría, obscuro. Recientemente Lisa Randall y Matthew Reece, de la universidad de Harvard, propusieron un modelo que asocia las extinciones masivas en la Tierra con la materia obscura. De acuerdo con este modelo, el Sol, en su transitar por la galaxia, podría atravesar de forma periódica una zona con alta densidad de materia obscura ubicada en el plano central de la Vía Láctea, esta interacción podría estar provocando desórdenes gravitacionales que alterarían el comportamiento de cometas y otros cuerpos en la nube de Oort (una nube de rocas congeladas que, en teoría, rodea nuestro sistema planetario) y provocar bombardeos periódicos en la Tierra. Si esta propuesta suena demasiado especulativa, es porque lo es. Aun así, los invito a que la comparen con el propio modelo que hipotetiza la existencia de la materia obscura; variables hipotéticas más, variables hipotéticas menos, la especulación sigue estando presente y la carencia de pruebas contundentes sigue siendo la norma.

 

¿Será posible que la materia obscura… no esté ahí afuera?

La posibilidad de que la materia obscura sea un artefacto de teorías físicas incompletas es real. Existen varios modelos gravitacionales que intentan explicar el comportamiento del universo sin recurrir (o prescindiendo de) a la materia obscura, pero las preguntas siguen aventajando en número a las respuestas .

En el momento actual, los centros de investigación están revestidos de alta tecnología y una gran capacidad de análisis, características que han favorecido que tanto los partidarios como los adversarios de la materia obscura se hayan multiplicado como jamás se había visto.

El tiempo decidirá si llega el momento de borrar la materia obscura de nuestros libros o de darle nombre a esas elusivas partículas que, en teoría, la conforman.

 

Gracias, bacterias, por hacer saludable el chocolate

24marzo Cuando el novio de la Cuca le dijo que ya no quería estar con ella, se puso a comer chocolate oscuro como si no hubiera mañana. La mujer estaba incontrolablemente triste, con el corazón roto. Pero pregúntenle qué tan saludable estaba su cuerpo por las cantidades industriales de este alimento que se embuchaba.

Su sistema circulatorio estaba sano y tenía una presión sanguínea envidiada por cualquier hipertenso. Los niveles de colesterol le bajaron al punto en que su médico de cabecera estaba orgulloso de ella. Y claro, el poder revitalizante del chocolate la ponía más contenta. Vamos, que el chocolate salvó a la Cuca.

Ahora, la Cuca tiene una razón más para seguir comiendo chocolate oscuro. Resulta que las bacterias de nuestro sistema digestivo rompen los compuestos largos del chocolate en moléculas más pequeñas que el cuerpo puede absorber fácilmente y que pueden frenar la inflamación perjudicial. Así que debemos agradecer a nuestras bacterias por ayudarnos a obtener los beneficios de este alimento.

Las bacterias obtienen un festín con el chocolate oscuro que ingerimos. Después, lo fermentan, generando así los compuestos antiinflamatorios. Para el caso del tejido cardiovascular, estas moléculas promueven que las células se mantengan sanas y el riesgo de sufrir un infarto se reduzca. De ahí que el cardiólogo envidiara el corazón de la Cuca, por más roto que estuviera.

Incluso, si la Cuca llegara a combinar el chocolate oscuro con probióticos –sustancias que simulan la actividad de las bacterias digestivas–, el beneficio sería mayor. Esto se debe a que el número de bacterias que realizan este proceso aumenta y reduce los efectos de aquellas especies de bacterias que causan gases, hinchazón, diarrea o estreñimiento.

Actualmente, la Cuca tiene un corazón en proceso de sanación. También carga con un chocolate extra en la bolsa para usarlo en caso de emergencia pues, según ella, los corazones rotos son a veces impredecibles. ________________

Bibliografía:

Este trabajo fue presentado en la Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Estadounidense de Química (ACS) número 247, en Dallas. Aquí les dejamos el perfil de John Finley, investigador principal del trabajo aquí mencionado

Nota original en Science Daily| Artículo original en Science| Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Voces de humanos, voces de elefantes

21marzo En un principio, humanos y elefantes vivían juntos pacíficamente, cuenta la tribu Samburu del norte de Kenya. Un día, un elefante tuvo un malentendido con una de las mujeres de la aldea. Después de una agria discusión, el elefante decidió abandonar a los humanos por ingratos. Antes de irse, dijo: “Ya no viviré más en tu aldea, pero seguiremos siendo amigos; les brindaré mi buena voluntad cuando nos encontremos en la jungla y los ayudaré cuando lo necesiten”. Así es como los elefantes y los humanos dejaron de vivir juntos.

Para la tribu Samburu, los elefantes son una parte esencial de su cultura. Piensan en ellos como hermanos de sangre. Comer su carne es considerado canibalismo. Cuando encuentran un cadáver de elefante, le brindan los mismos ritos que le brindarían a una persona de su tribu. Matar un elefante es motivo de duelo, y aquel que lo haga con motivos egoístas quedará maldito de por vida. En general, los samburu son uno de los grupos humanos de Kenya que convive más pacíficamente con los elefantes. Sin embargo, la creciente competencia por los recursos (el acceso al agua, sobre todo), ha encendido el conflicto entre elefantes y los samburu en los últimos años.

Al parecer, los elefantes también han resentido estos conflictos, que ocasionalmente tienen desenlaces mortales para ambos lados. Un estudio coordinado por Joseph Soltis y Anne Savage, investigadores del Animal Kingdom de Disney y de la Universidad de Oxford, muestra que los elefantes africanos que viven cerca de los samburu son capaces de reconocer las voces de los hombres de esta tribu y huir de ellas.

Cuando los investigadores reprodujeron voces grabadas de hombres Samburu para elefantes que viven en libertad, estos se alejaron de la fuente de sonido, más de lo que se alejaban del zumbido grabado de abejas. La huida iba acompañada de movimientos que denotaban ansiedad y temor en los paquidermos y, muy importantemente, de vocalizaciones que parecían ser de aviso. Esto llamó la atención de los investigadores, así que grabaron esas vocalizaciones y luego las reprodujeron para otros grupos de elefantes. Para su sorpresa, las vocalizaciones causaban en los elefantes la misma respuesta que los sonidos originales; el llamado de aviso provocado por los Samburu causaba una reacción más fuerte que el llamado de aviso causado por abejas. Para los investigadores, esto demuestra que los elefantes son capaces de emitir y entender diferentes sonidos según las diferentes amenazas, y eso incita a lo científicos a averiguar si hay más similitudes entre los sonidos de los elefantes y el lenguaje humano.

Pero, ¿cómo reconocen los elefantes los diferentes tipos de amenazas?

La tribu masái, a diferencia de los samburu, tiene una relación tempestuosa con los elefantes. Cuando se trata de defender a sus rebaños o vengar a un miembro de la tribu muerto por una estampida, los masái no dudan en matar a un elefante, sea culpable o no. Después de muchos años de esta relación, los elefantes parecen saber que los masái se cuentan entre su creciente lista de enemigos.

Según un estudio de Karen McComb y Graeme Shannon y su equipo de la Universidad de Sussex y del Proyecto de Investigación del Elefante en Amboseli, Kenya, los elefantes que conviven con los masái son capaces de distinguir por sus voces a los miembros de esta tribu de otros grupos humanos, e incluso distinguen a los miembros peligrosos de los masái de los miembros no peligrosos. Los investigadores reprodujeron cerca de donde había manadas de elefantes voces grabadas de cuatro diferentes personas: un hombre, una mujer y un niño masái, y un hombre kamba (quien decía el mismo mensaje que los masái, pero en su lengua). La voz del hombre masái causaba en los elefantes una respuesta de huida, efecto que no ocurría con las voces de la mujer o el niño masái, ni con la voz del hombre kamba, perteneciente a una tribu que rara vez tiene encuentros con los elefantes. Es decir, los elefantes fueron capaces de distinguir no sólo las diferentes lenguas humanas, sino también las sutiles diferencias vocales entre quienes las usaban. Los investigadores creen que los elefantes poseen la capacidad cognitiva para reconocer estas diferencias, pero la respuesta específica a los masái debe de ser aprendida culturalmente por cada elefante a lo largo de su vida.

Según las leyendas masái, los elefantes también fueron alguna vez amigos de los humanos, pero terminaron por abandonarlos. Los dos estudios científicos recientes muestran que los elefantes ahora no consideran amigos a ninguna de estas tribus y, más importante aún, saben reconocerlas sólo por sus voces. Quizá volviendo a ofrecerles nuestra amistad podamos aprender más acerca de los paquidermos y averiguar si las diferencias entre sus mentes y las nuestras quizá sean más pequeñas de lo que pensamos.

 

Bibliografía:

Nota  fuente en Nature|Estudio de Soltis, Savage y sus colegas en PLoS One |Estudio de McComb, Shannon y sus colegas, publicado Proceedings of the National Academy of Sciences |Artículo sobre la relación entre los samburu y los elefantes, de la organización Save the Elephants con sede en Kenya: | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Hagamos catálogos de estrellas

22marzo En la inauguración de los Juegos Paralímpicos de 2012, miles de espectadores tenían la atención puesta en el discurso de un científico que, desde su silla de ruedas, ha sacudido el mundo de la ciencia moderna. “Miren hacia arriba a las estrellas y no hacia abajo a sus pies”. Si le hacemos caso a Stephen Hawking y dejamos caer nuestra cabeza lo suficiente hasta observar el cielo, podremos hacer un catálogo de estrellas… y obtener algunos datos cienciacionales. Hay que comenzar diciendo una cosa: nuestro catálogo deberá tener un nombre diferente al de GOSSS (Galactic O-Star Sprectroscopy Survey), porque ese ya está apartado. GOSSS comenzó en 2007, cuando un grupo internacional de científicos volteó hacia el cielo nocturno por doscientas cincuenta veces desde diferentes observatorios, como el de Sierra Nevada, en Granada, o el de Calar Alto, en Almería, ambos en España. Estos investigadores captaron imágenes de alta resolución de los cuerpos celestes y, gracias a esto, ahora tenemos la visualización más precisa de las estrellas O jamás antes obtenida.En general, las estrellas se clasifican en tipos dependiendo su espectro, el cual indica los elementos químicos de los que están constituidas, la distancia a la que están, su edad, su luminosidad y la tasa en la que pierden masa; las O, por ejemplo, son las más masivas y calientes. El problema es que, según la técnica que se utilice para observarlas, su clasificación cambia. Esto significa que algunas estrellas de tipo B podrían parecer O. El proyecto GOSSS tomó esto en cuenta y lo evitó, ya que su objetivo fue generar una recopilación homogénea de las muestras para reducir los errores que se cometen en la clasificación de las estrellas.

GOSSS no está terminado aún . Hasta ahora, se tienen clasificados 448 objetos de tipo O de las mil estrellas de este tipo, lo que corresponde al 2% total de la Vía Láctea.

Las del tipo O son escasas, pues sólo una de cada dos millones de estrellas entran en esta clasificación. A pesar de que sus integrantes tienen desde dieciséis hasta más de cien veces la masa de nuestro Sol, y pueden ser varios millones de veces más brillosas que él, poco se conoce sobre su nacimiento y evolución.

Ni hablar. Tendremos que buscar otro nombre para nuestro catálogo y centrarnos en otro tipo de estrellas. Eso sí, como dijo Hawking en los Juegos Paralímpicos, siempre debemos intentar buscar sentido a lo que vemos y preguntarnos sobre lo que hace que exista el universo. Seamos curiosos.

Bibliografía:

Nota fuente en Science Daily |Artículo original IOP Science | Nota de Historias Cienciacionales  |