Los coloridos disfraces del camaleón

19012014

A todos tomaría por sorpresa la noticia que llegó a casa de Devi Stuart-Fox, en mayo de 2003. A sus 27 años, la joven investigadora había sido galardonada con la beca L’Oréal-UNESCO para Mujeres en la Ciencia por sus estudios sobre la ecología y evolución de los “dragones barbudos”, un tipo de lagarto con el cual Devi convivió desde su infancia en los suburbios de Brisbane, la tercera ciudad más grande de Australia.

Un mes más tarde del inesperado suceso, durante una entrevista con la periodista Isla Withcroft, Devi hablaría sobre su pasión con otros reptiles, los camaleones: «Una de las cosas que realmente me fascinan de ellos es cómo cambian de color según la situación social en que se encuentran. Me gustaría investigar más sobre cuándo y porqué lo hacen».

Vaya que lo hizo. Cinco años después, ella y su esposo demostraron que estos  reptiles aprovechan rápidos cambios de color para comunicarse entre sí, y no  –como normalmente se cree– para camuflarse con su ambiente.

El cuerpo de los camaleones es un lienzo que se tiñe de los colores más sobrios y, a su vez, de los más extravagantes. Es una pintura cambiante donde los patrones más caprichosos pueden borrarse en un instante, sólo para reaparecer al siguiente. Es azul turquesa. Es amarillo. Es blanco y verde unidos. Es un café efímero. Es un espectáculo al cual los espectadores humanos rara vez estamos invitados.

Desde finales del siglo XVI, muchos estudiosos comenzaron a preguntarse la razón de los disfraces del camaleón y concluyeron que sus cambio de color tiene poco, sino nada, que ver con tratar de igualar los tonos de la vegetación o el suelo. Cientos de años después, con su investigación de 2008, Devi confirmó esta hipótesis al observar que los camaleones tienden a adquirir colores más brillantes durante ciertas ocasiones, especialmente cuando se comportan de manera agresiva. Además, descubrió que no importa cómo veamos nosotros la piel teñida de estos animales, sino cómo la ven otros camaleones y sus depredadores (aves y serpientes, principalmente).

El estudio de Devi y su esposo sirvió como base para una investigación más reciente, realizada en 2013 por científicos estadounidenses, que ayuda a esclarecer el misterio detrás de las señales coloridas de los camaleones. Tras combinar modelos matemáticos y fotográficos para examinar el cambio de color en Chamaeleo calyptratus, Russel Ligon y Kevin McGraw, ambos de la Universidad de Arizona, reafirmaron la idea de que los cambios de color en camaleones ocurren cuando interactúan entre sí. Russel y Kevin se sorprendieron al ver que, durante las peleas entre machos que compiten por territorio o hembras, el individuo que exhibe los colores más brillantes y cambia más rápido de color gana con mucha más frecuencia. «Al usar señales de color llamativas y al cambiar drásticamente su apariencia, los cuerpos de los camaleones se convierten en un cartel que anuncia quién es el ganador, incluso antes de que haya cualquier contacto físico”, menciona Russel Ligon para resumir su descubrimiento.

Pero aún falta mucho que averiguar sobre los camaleones y sus distintivos colores. Para llegar a comprenderlos mejor, Devi Stuart-Fox, obsesionada con las formas y colores de la naturaleza, ha comenzado a estudiar los cambios de color en distintos organismos, sobre todo en otras partes del mundo: «en Australia no hay muchos reptiles llamativos. Casi todos son marrones, como el color de este continente».

Bibliografía:

Artículo original en Plos biology|  Nota fuente en  Royal Society Publisihing  | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

La conquista espacial de las plantas

25012014

A la humanidad no le basta la Tierra: distintas agencias espaciales continúan a la vanguardia en investigación y producción de tecnología para alcanzar la meta de poblar otros mundos.

Hasta ahora, algunos planetas cercanos e incluso otros cuerpos celestes, principalmente Marte y nuestra propia Luna respectivamente, se han vislumbrado como fuertes candidatos de una futura modificación atmosférica, térmica y ecológica. Lo anterior con el objetivo de convertirlos en lugares menos hostiles para la vida humana. De lograrse, sería la más grande hazaña de la ingeniería aeroespacial.

Se pretende que, tras haber concluido las primeras etapas de terraformación, las plantas formen parte de los sistemas de soporte vital bioregenerativos en estos nuevos hogares, aportando oxígeno, agua potable y alimentos. Además, establecer vida vegetal en suelos marcianos o lunares añadiría un nuevo nivel de autosuficiencia requerido para mantener la vida humana en colonias extraterrestres.

Uno de los principales objetivos actuales es comprender la biología de las plantas cuando crecen a gravedades menores a la terrestre. Desafortunadamente, generar distintas condiciones gravitacionales en los laboratorios resulta complicado. No tanto así en la Estación Espacial Internacional, donde se pueden simular distintos campos gravitacionales dentro de sus módulos de investigación, incluyendo uno semejante al de la Tierra que funcione como control experimental.

Hoy en día, se ha demostrado que las plantas sometidas a microgravedad presentan un desbalance general en su suministro de líquidos y nutrientes. En contraste, se ha visto que estas condiciones pueden facilitar el intercambio de gases.

A pesar de los importantes avances obtenidos, aún falta producir mucho más conocimiento antes de poder lanzar en misiones de terraformación a las primeras plantas conquistadoras. Hagamos un llamado a los científicos, entonces, a continuar los estudios y hacer uso de las nuevas tecnologías para acortar el tiempo que nos separa de los viajes espaciales prolongados. Puede ser que, en el proceso, descubramos una nueva faceta de nuestra propia existencia.

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Esta es la primera colaboración de Columba Martínez con Historias Cienciacionales. Estudiante de biología, enamorada de la vida y apasionada de la fotografía, Columba también está involucrada en un proyecto de gestión ambiental en comunidades rurales marginadas.

Bibliografía: Artículo original en Wiley Online Library |  Nota en el blog de Historias Cienciacionales

De aletas, alas y pies

24012014 Los hadzas conforman uno de los grupos étnicos más grandes que continúan cazando y recolectando comida a partir de métodos tradicionales. Estas personas, originarias de las tierras de Tanzania, presentan el mismo patrón de movimiento de otros animales, como los tiburones o las abejas.

El patrón, conocido como caminata o vuelo Lévy llamado así en honor al matemático Paul Lévy, describe una serie de movimientos cortos en una área y largos en otra distinta. Dicho movimiento fue estudiado en esta tribu por antropólogos de diferentes universidades, ellos colocaron unidades GPS en las muñecas de los hadza para poder rastrearlos mientras forrajeaban o cazaban.

El análisis de los datos muestra que el patrón de su movimiento aleatorio se acopla al descrito por la  caminata Lévy, misma que también siguen otros animales cuando cazan.

De acuerdo con los autores, los resultados dan argumentos para sostener que se pueden generalizar las estrategias de forrajeo que diferentes especies muestran, incluso en diferentes contextos: las abejas  en el vuelo, los tiburones en el agua y los humanos sobre sus dos pies. Los investigadores también mencionan que esto sugiere la existencia de un probable patrón fundamental en nuestra historia evolutiva.

Este trabajo es importante porque permitirá a los antropólogos entender cómo las civilizaciones antiguas movían materia prima, e incluso cómo interactuamos con nuestro ambiente. De hecho, se ha visto que la caminata Lévy no es exclusiva de animales que buscan alimento: las personas que recorren parques de atracciones también siguen este patrón.

Por lo pronto, se estudiará cómo este patrón está determinado por la distribución de los recursos en el ambiente.

Bibliografía: Artículo original en PNAS| Nota fuente en Eurekalert! | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

La megafauna de la era de hielo y las consecuencias de su extinción

23012014

Hace más de 12,000 años, la fauna del continente Americano no envidiaba nada de la sabana africana. Caballos, distintas especies de mamuts, mixotoxodones armadillos del tamaño de un Volkswagen y hasta perezosos que llegaban a los cuatro metros de altura pisoteaban las tierras del Nuevo Mundo. La fauna de mamíferos de la última Era de Hielo fue gigantesca. Tan vasta que hoy la recordamos y englobamos bajo el nombre de “megafauna”.

No es fácil atribuir la extinción masiva de la magafauna a una sola causa. Diversos estudios recientes culpan al cambio climático que sucedió en esos años y a la llegada de los primeros humanos al continente americano. La megafauna americana debió haber pasado mejores tiempos. Temperaturas elevadas y la llegada del depredador más voraz de todos amenazaban su futuro incierto.

Seguramente, la desaparición de estos animales ocasionó consecuencias catastróficas en los ecosistemas. Cristopher Doughty, del Instituto de Cambio Ambiental de la Universidad de Oxford, y Adam Wolf, del departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Princeton, piensan que el flujo de nutrientes podría haber cambiado notoriamente, por ejemplo.

En Sudamérica, la mayor parte de los nutrientes fluyen desde las montañas de los Andes y se distribuyen a los bosques a través del enmarañado sistema fluvial. Sin embargo, en tierra, estos nutrientes escasean y la única manera en que circulan es a través de las heces y cadáveres. De esta forma, los animales pequeños distribuyen los nutrientes en cantidades y escalas pequeñas; los animales grandes, en cantidades y escalas mayores. Con base en esto, los investigadores desarrollaron un modelo matemático, similar al usado por los físicos para calcular la difusión del calor, y estimaron la habilidad de los animales para distribuir nutrientes.

El modelo se basa en el tamaño del animal, con base en datos del registro fósil. A partir del mismo, Christopher y Adam lograron estimar cuánto comían, defecaban y viajaban los grandes mamíferos del Pleistoceno.

El resultado de combinar todos estos datos fue un modelo que les permitió estimar la habilidad de los animales para distribuir los nutrientes en cualquier parte del planeta y en cualquier época, tan sólo conociendo su tamaño promedio y distribución. Además, también les resulta útil para estimar los efectos de las extinciones pasadas y predecir los efectos de las extinciones que están por venir.

El estudio encontró que el efecto causante de la gran extinción de la megafauna fue como apagar un “switch” de flujo de nutrientes, como el fósforo, que dejaron de dispersarse por la región y comenzaron a concentrarse en aquellas áreas que rodean a las tierras inundables y otras áreas fértiles. Estas alteraciones en el flujo de nutrientes fueron tan graves que algunos lugares modernos, como la cuenca del Amazonas, aún no se recuperan del cambio que ocurrió hace miles de años. “La mayor parte de los grandes animales se extinguieron, lo cual cortó las arterias que llevaban los nutrientes más allá de los ríos a las áreas más infértiles”, menciona Christopher.

A través de los años este tipo de extinciones, algunas de las cuales han sido ocasionadas por la intervención humana, dejan una marca clara en el planeta. Como advierte Adam, "posiblemente estemos experimentando una fase de post-extinción peculiar en el Amazonas y, quizá, en otras partes del mundo". Bibliografía:

Articulo original en Nature | Fuente de University of Oxford | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Más sabe el tiburón por viejo que por tiburón

22012014

 La escritora inglesa Agatha Christie recomendaba a las mujeres que se casaran con un arqueólogo, pues “cuánto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará”. Hasta ahora, no hay registros de alguien que se haya casado con un tiburón, pero no por eso estos peces han dejado de ser encantadores conforme se hacen más viejos. Es la longevidad de los tiburones, justamente, lo que ha sorprendido a cuatro investigadores de diferentes instituciones estadounidenses.

Típicamente, los especialistas en tiburones calculan sus edades al contar las bandas de crecimiento que se depositan de forma secuenciada en sus vértebras o en los huesos de sus oídos. Sin embargo, estimar su edad con una alta fidelidad puede ser complicado ya que estas bandas no necesariamente significan un crecimiento anual.

Es así que cuatro investigadores hicieron pruebas con material radiactivo para poder conocer la edad de estos animales de una forma más precisa, aprovechando que el material integrado en los huesos de los tiburones funciona como una “estampa del tiempo”. Para esto, utilizaron las vértebras de cuatro hembras y cuatro machos que habitaron el noroeste del océano Atlántico entre 1967 y 2010.

Los resultados mostraron que la hembra más longeva tenía 40 años, mientras que el macho más viejo había recorrido el mar durante 73 años. Este valor de longevidad es mayor al que se había sugerido en estudios anteriores, donde los tiburones del suroeste del océano Pacífico tenían 22 años y aquellos al oeste del océano Índico unos escasos 23.

De ser correcto que la esperanza de vida de los tiburones macho ronda los 70 años, esto significaría que los tiburones blancos están entre los peces cartilaginosos más longevos. Por ejemplo, el tiburón tollo de cacho puede vivir hasta 100 años.

Los autores de esta investigación analizaron las implicaciones de estas edades. Mencionan, por ejemplo, que la diferencia entre hembras y machos habla de un dimorfismo sexual importante. También resaltan, como su resultado más amargo, que las poblaciones de tiburón blanco son considerablemente más sensibles a la mortalidad inducida por el ser humano de lo que antes se pensaba.

Por cierto, Agatha Christie estuvo casada con Max Mallowan, un arqueólogo.

Bibliografía:

Artículo original de PLoS one  | Nota fuente en Sciencedaily  | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

La sinfonía de las proteínas

21012014

  Todo aquello que esté compuesto por moléculas, vibra. Y así como las cuerdas de los violines vibran de manera distinta a las cuerdas de las arpas cuando interpretan la Sinfonía No. 9 de Mahler, las proteínas de nuestros cuerpos vibran con diferentes patrones.

La comunidad científica sabe de este fenómeno desde hace tiempo, pero los científicos creían que este movimiento, semejante al del tintineo de una campana, se disipaba. Esta vibración les permite a las proteínas cambiar de forma rápidamente y facilita que se unan con otras. Así se pueden llevar a cabo funciones biológicas fundamentales, como la reparación celular o la replicación del ADN.

Para medir el movimiento de las proteínas en el pasado, los científicos necesitaron de condiciones extremadamente secas y ambientes sumamente fríos, cosa que resultaba muy caro. Ahora es posible observar este fenómeno gracias a una propiedad fundamental de estas moléculas: las proteínas vibran a la misma frecuencia que la luz que absorben.

¿Qué significa esto? Cuando una cantante de ópera rompe una copa de cristal con su voz, se debe a que la copa absorbió las ondas del sonido y ambos alcanzaron la misma frecuencia. Así que cuando los científicos quieren estudiar la vibración de las proteínas, las exponen a diferentes frecuencias para medir los tipos de luz que absorben y qué partes de la molécula vibran.

Gracias a estos estudios, se puede comprender cómo es que ciertas proteínas desempeñan funciones bajo características ambientales específicas. En un futuro, se podrán crear maneras de activarlas o inhibirlas al cambiar o bloquear determinadas vibraciones.

Bibliografía:

Artículo original en Nature | Nota fuente en Eurekalert | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Los perros se alinean al campo magnético terrestre para defecar

20012014

Aparentemente, no a todos les resulta irrelevante saber en qué sitio exacto cagan sus mascotas. De hecho, hay personas a las que les parece un tema tan fascinante que se dedican a estudiarlo.

Un equipo internacional de investigadores alemanes y checos llegaron a la conclusión de que la dirección y ubicación en que los perros evacuan no es aleatoria: en realidad, se están alineando con el campo magnético de nuestro planeta. Esto lo descubrieron tras dos años de haber medido la dirección del eje del cuerpo de 70 perros de 37 razas distintas durante 1893 defecaciones y 5582 micciones. "Los perros prefieren excretar cuando su cuerpo está alineado al eje de la Tierra, en dirección norte-sur, y cuando el campo magnético está en calma", mencionan los científicos en su publicación en la revista Frontiers in Zoology.

Este es el primer trabajo que comprueba la sensibilidad magnética de los perros, pero la razón detrás de este comportamiento todavía es un misterio: no se sabe si los perros lo hacen de manera consciente por medio de sus sentidos o de manera inconsciente al sentirse más cómodos. Como dato curioso, la investigación no sólo especifica que la alineación perruna se observa de norte a sur; también menciona que los perros evitan defecar en dirección este-oeste.

  • NOTA 1: Este estudio se realizó con perros sin correa mientras aliviaban su intestino y vejiga en un campo abierto. Ningún animal resultó herido durante las mediciones realizadas.
  • NOTA 2: Todos los estudios están sujetos a la crítica, y este no es la excepción. En este enlace pueden leer algunos puntos en contra que justifican el porqué este estudio puede ser erróneo: http://circuloesceptico.com.ar/2014/01/de-la-orientacion-de-los-perros-al-defecar . Agradecemos a Elena de la Montaña por proporcionarnos el enlace.

Bibliografía:

Artículo original en Frontiers in Zoology|Nota fuente en Motherboarb, Vice | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Impulsando al periodismo científico

Por: Erik Vance

Traducido del inglés por: Gustavo Rodríguez Publicado originalmente en The last Word on Nothing  y traducido con permiso del autor.

Hace varias semanas fui invitado como asistente a un taller fascinante sobre periodismo. El taller fue organizado por la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica (SOMEDICyT) y consistió en una reunión de escritores de ciencia de México y el extranjero para debatir sobre la definición de la escritura científica. Se trató de ese tipo de diálogo filosófico con el cual no estás en contacto tan a menudo como escritor en activo, cuando estás más enfocado en vender historias y cumplir con fechas límite. Pero es un tema crucial, especialmente en México. A pesar de ser un mercado masivo con un idioma compartido, la comunidad de periodistas o escritores científicos pasan por alto a Latinoamérica. Por un lado, en países como México, Colombia, Argentina y Chile (omitiendo a Brasil porque estoy hablando sólo sobre periodismo científico en español) se realizan esfuerzos robustos para fortalecer la investigación. Por el otro, la mayoría de las revistas de "ciencia" disponibles para el público en general son sencillamente vergonzosas. Las dos revistas más importantes, Quo y Muy Interesante, se exhiben con portadas acerca de extraterrestres, teorías de la conspiración e incluso la siempre popular historia de Jesús-en-crisis. Cerca de la mitad del material es ciencia legítima y la otra mitad... bueno, a mí realmente me gustó el reportaje acerca de los hombres lobo.

Pero este es el meollo del asunto: si lees las versiones españolas de estas revistas no hay extraterrestres o historias de crucifixión sino, únicamente, verdadero periodismo científico. En otras palabras, los editores de estas revistas tienen un concepto tan pobre de Latinoamérica que están convencidos de que la única manera de vender ciencia es disfrazarla como si fuese un tabloide de supermercado. Estoy seguro de que esto no es cierto: la versión en español de National Geographic no se rebaja a esos niveles y tiene buenas ventas, además, la mayoría de los mexicanos con los cuales he hablado se sienten apenados por revistas como Quo y Muy Interesante y aquellos que quieren periodismo científico de calidad prefieren Scientific American, New Scientist o cualquier revista extranjera que puedan conseguir.

Como muchos mercados emergentes, México necesita periodismo científico de calidad y está realmente ansioso por él. Pero necesita historias con un toque mexicano escrito por la gente que vive aquí en vez de por "escritorzuelos" como yo, o peor, por gente que nunca ha estado en el país. Debido a esto, mucha de la conversación en el taller de la SOMEDICyT se enfocó en cómo el periodismo científico puede mejorar en México. Imagino conversaciones similares en India, Brasil, China y Sudáfrica. Se habló del acceso a las nuevas alternativas de comunicación y a los medios tradicionales, como los diarios impresos de interés general. Hubo una familiar inquietud sobre cómo repartir las responsabilidades y cómo llamar la atención de los editores que se sienten inseguros sobre las historias de ciencia. Pero con una población tan grande y desatendida, Latinoamérica necesita dejar de preocuparse por su penosa rebanada del pastel y simplemente expandir sus horizontes. La pregunta no debe ser cómo podemos tener más periodismo científico en Latinoamérica, sino cómo debe presentarse la siguiente generación del periodismo científico latinoamericano. Una generación que sea inteligente, creativa y que se identifique con su propia cultura. Cuando pienso en el futuro del periodismo científico en inglés pienso en la edición electrónica de NatGeo, Mental Floss, I Fucking Love Science, Download the Universe, y ya que estamos en esto, incluso en xkcd y Logicomix.

Decir que por el hecho de que México es un país católico el periodismo científico debe enfocarse en nacimientos virginales y milagros para conectarse con el ciudadano común es una muestra de cinismo o de manipulación pura. Habiendo pasado una moderada cantidad de tiempo con pescadores pobres, puedo decir que ellos tienen las mismas preguntas acerca de los océanos, las estrellas y la medicina que tiene cualquier persona que no lee Nature.

Una revista mexicana que realiza esfuerzos responsable por informar al público acerca de temas científicos es ¿Cómo ves?, una revista de la UNAM, la Universidad más grande de México. Ahora bien, como revista institucional ¿Cómo ves? podría no ser el futuro del periodismo científico pero trata a sus lectores como adultos que buscan información científica confiable, simple y sustancial. Su editor, Estrella Burgos, es una asistente regular en los congresos de periodismo científico y piensa profundamente al respecto (y para ser sinceros, se ha convertido en una amiga mía). Hace un par de años Burgos se dio cuenta de que la revista se había forjado a una audiencia de lectores de entre todos los lugares, en las prisiones mexicanas. Recibió dos correos electrónicos que desde mi punto de vista responden a la pregunta de qué es lo que hacemos los periodistas científicos. Uno de los correos electrónicos fue de un interno que le agradecía por haberle permitido, aunque fuese por un instante, ver el vasto mundo desde su triste celda. ¿Cómo ves? lo había sacado de su rutina y le permitió volar con águilas pescadoras, viajar a la velocidad de la luz y sumergirse hasta el fondo del océano.

El segundo correo electrónico fue de un interno que había leído la revista y la relacionó con su propia situación:

"Mi interés en la comida surgió a partir del lugar en el que vivo actualmente y de las cosas que observo. A lo largo de los últimos meses nos han reducido las raciones de alimentos hasta una cantidad ofensiva -eso sin mencionar la calidad-. Prácticamente cada plato de pollo que se nos sirve tiene vísceras, cartílago y pedazos de huesos triturados, como si en vez de limpiar la carne pusieran al pollo en una licuadora gigante hasta alcanzar una textura y un color desagradable que es casi tan horrible como su hedor. Mi teoría es que dado que nos pusieron "a dieta" todos los internos estamos de mal humor: realizamos nuestras actividades con apatía e incluso la civilidad más básica está desapareciendo poco a poco y han habido más intentos de suicidio. No sé quién podría realizar una investigación al respecto, pero tal vez usted esté interesada en mostrar que incluso la nutrición es parte de la rehabilitación social."

Transportar, iluminar y educar: ese es nuestro trabajo, además de hacer brillar la luz de la ciencia en algunas esquinas oscuras de vez en cuando. Y si dos internos confinados a una prisión mexicana pueden interesarse en la ciencia, entonces muchas personas más alrededor del mundo también pueden hacerlo. México y Latinoamérica necesitan tomar el ejemplo del India's Playbook y partir de allí. Acercarse no sólo a la gente a la que ya le gusta la ciencia, sino a la gente que aún no sabe cuánto pueden llegar a amarla.

Yo no sé cuál es el futuro del periodismo científico en México. Sé que yo no soy quien va a crearlo. Pero en cuanto llegue, ya sea en línea, por televisión o a la vuelta de la esquina, cambiará completamente el terreno de juego. Abróchese el cinturón de seguridad y prepárese.

Acerca del autor:

Erik Vance es un periodista científico radicado en México. Escribe acerca del medio ambiente, México, el cerebro y cosas que te hacen pensar “no necesitaba saber eso”. Puedes encontrarlo en twitter como @ErikVance o en su página web.

Cómo ser un hobbit que vence al mal (y no morir en el intento)

Imagen tomada (posteriormente recortada) de Pinterest. Como si fuéramos Bilbo Bolsón, imaginemos que nos hallamos en un viaje inesperado. Para medir 127 modestos centímetros, somos medianamente altos entre los de nuestro tipo; el valiente Thorin es una cabeza más alto que nosotros, pero Gandalf es una torre junto a cada uno de los integrantes de nuestro enano grupo, con sus 180 centímetros. ¿Cómo es que, con nuestra pequeña estatura, vamos a derrotar a los trolls, duendes y cualquier otra criatura que se cruce nuestro camino?

Dos científicos del mundo que no fue creado por J. R. R. Tolkien dieron a conocer las razones fisiológicas por las que fuimos capaces de vencer a los villanos. ¿Que cuáles son? Ahí va una pista: además de la evidente diferencia entre los tamaños y el lenguaje de un Hobbit y un Troll, ¿qué otra les viene a la mente? Si lo que pensaron fue en el momento del día en el que ellos andan vagando por ahí, atinaron a la respuesta. Los Trolls no pueden ver la luz del día, pues de otra manera se convierten en piedra.

La vitamina D se sintetiza en la piel cuando hay una adecuada exposición a la luz ultravioleta, aunque también se puede encontrar en ciertos alimentos como el queso, la yema del huevo o el aceite de pescado. Vivir en oscuras cuevas y tener una dieta basada en carne humana lleva, entonces, a la deficiencia de esta vitamina, causando a su vez debilidad en el músculo esquelético –el que nos permite andar por la comarca, tomar nuestra pipa para fumar, o ser hábiles para caminar silenciosamente por el bosque. Estos dos investigadores del Imperial College de Londres, Inglaterra, hipotetizaron que la deficiencia de vitamina D contribuyó de manera significativa para que el bien triunfara sobre el mal en nuestra travesía. Para esto, recabaron todos los datos mencionados en El Hobbit sobre los hábitos alimenticios, las características morales y la destreza marcial de diferentes habitantes de la Tierra Media, como Gollum, los duendes, los trolls, el dragón Smaug, los humanos, los enanos y los hobbits, entre otros. Los personajes buenos y victoriosos fueron calificados en escalas binarias, y el consumo dietético y la exposición habitual al Sol fue utilizado para calcular la vitamina D (calculada en un rango del 0 al 4). Nosotros, los hobbits, disfrutamos fumar de nuestra pipa en nuestro soleado jardín y tenemos una dieta marcadamente diversa (no por nada los enanos la pasaron tan bien el día que fueron reunidos en mi casa por obra de Gandalf). Gracias a esto, tenemos una calificación de 4 en la escala de vitamina D. Los humanos de la historia de Tolkien comparten con nosotros el mismo valor, mientras que los enanos tienen un 3 en vitamina D. Por el contrario, la adversidad que sienten por la luz y la pobre dieta de Gollum o el dragón Smaug, hicieron que recibieran un 1 y un 0 en la misma tabla, respectivamente.

Mientras que estos resultados preliminares dan sustento a la hipótesis inicial, los autores aseguran que se necesita más evidencia para saber si esto es cierto para todos los personajes de la historia fantástica de Tolkien, y para otras situaciones fantásticas. Por lo pronto, esperamos que esta no sea la última vez que ustedes se pongan el disfraz de Bilbo Bolsón y que se sigan hallando en medio de aventuras inesperadas que hagan valer cada momento. Bibliografía: Artículo original en Medical Journal of Australia | Nota fuente en Science | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

 

Haciendo frente a la tentación en el bar

Einstein a punto de beber "sake", bebida alcohólica japonesa. (Fuente: Ver bibliografía). Qué mejor manera de olvidarse del estrés y la presión que tomando alcohol. Pero cuando se trata de comparar cómo respondemos ante la tensión provocada por situaciones agobiantes, las mujeres son mejores que los hombres.

En un trabajo titulado “Haciendo frente a la tentación en el bar”, un grupo de científicos describieron los efectos generados cuando el autocontrol falla, y explican cómo la autoconsciencia podría contrarrestar los efectos de esta baja en el funcionamiento.

Para esto, utilizaron estudiantes de licenciatura de una universidad en los Países Bajos y realizaron dos experimentos. En el primero, le pidieron a la mitad de los estudiantes que tacharan la letra “e” en una serie de textos que estaban sujetos a normas cada vez más complejas y que requerían una enorme cantidad de autocontrol. La otra mitad realizó una versión más simple de esta actividad, ya que sólo tuvieron que tachar la letra “e” siempre que la vieran.

Una vez realizado el experimento, es decir, después de haber estado haciendo una actividad estresante, los hombres tomaron cuatro veces más alcohol que las mujeres. Más aún, las mujeres del primer experimento, las que fueron presionadas, bebieron menos alcohol que las mujeres que participaron en el experimento simple.

Los autores de este trabajo sostienen que la falla en el autocontrol es lo que llevó a que los hombres presentaran un aumento en la ingesta de bebidas embriagantes. Sin embargo, para las mujeres, sucede todo lo contrario. Ellos mencionan que, de forma natural, están menos tentadas a tomar alcohol que los hombres, haciendo que su actitud hacia esta bebida sea un elemento incorporado de disuasión.

No todo está perdido para los hombres estresados. Los científicos observaron que si los voluntarios iban contando el número de bebidas que tomaban, es decir, que eran conscientes del fallo del autocontrol al estar atentos a la cantidad de alcohol que ingerían, su consumo disminuía a más de la mitad.

Esta puede ser una estrategia prometedora ante la tentación de tomar hasta terminar con una resaca marca diablo al día siguiente.

 

Bibliografía: Artículo original | Nota en Science | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Para estas mamás, el hermano pequeño siempre será el bebé

Imagen tomada de Pinterest. Los hermanos mayores tenemos claro que las madres ven al más chico como un bebé. De acuerdo con un estudio, esto no es ficción, por lo menos para las mamás australianas: ellas subestiman la altura del más pequeño de la familia.

Realizado por investigadores de la Universidad Swinburne, en Australia, el trabajo sostiene que después de que nace el segundo hijo, muchos padres reportan que el primero parece crecer sustancialmente de manera repentina. Por tanto, los autores tuvieron una hipótesis: los padres están sujetos a una “ilusión de bebé” bajo la cual perciben al hijo menor como si tuviera una estatura más pequeña de la que realmente tiene, sin importar su edad.

Para el estudio, los investigadores le pidieron a 77 madres (casi todas vecinas de la universidad) que estimaran la altura aproximada de sus hijos, que iban de dos a seis años, cuando estuvieron recargados contra una pared blanca. Mientras que las estimaciones de la altura de sus hijos mayores fue precisa, las madres adivinaron la altura del más pequeño con un promedio de 7.5 centímetros por debajo de lo que realmente medían.

Los investigadores mencionan que esta ilusión del bebé es un efecto real y común, que modifica nuestra comprensión de cómo las características infantiles motivan los cuidados parentales. Claro, ellos están pensando en un efecto común en las madres a las que les preguntaron; sin embargo, todavía habría que probar si ese mismo efecto ocurre en las mamás de otras partes del mundo, sobre todo de culturas no occidentales, para que sus conclusiones puedan ser más universales.

Bibliografía:

Artículo original en Current Biology | Nota fuente en Science | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

 

La sal de tu mesa rompe las reglas de la química

Imagen tomada de Pinterest.

Que si para los huevos de la mañana o para la fruta con limón, todos conocemos la sal de mesa porque, a presión ambiental, está bien caracterizada. Pero, cuando se le pone bajo altas presiones, surgen nuevos materiales que pueden contradecir las reglas más fundamentales de la química. 

Artem Oganov, uno de los autores de este estudio realizado por investigadores de muchas partes del mundo, mencionó que cuando se abre un libro de texto y se lee que la existencia de cierto compuesto es imposible, resulta inevitable preguntarse “¿qué significa imposible?”. Lo que él explica es que, computacionalmente, se puede acomodar átomos en ciertas posiciones y en ciertas proporciones y, por tanto, computar la energía. Así que imposible significa que será mucha energía. “¿Qué tan alta será? ¿Habrá alguna manera de bajar esa energía y hacer a estos compuestos estables?”.

Si uno está en un laboratorio o en cualquier lugar junto a su salero, a una presión ambiental, el Cloro y el Sodio, compuestos químicos que conforman la sal de mesa, son perfectamente estables. Los libros de química dicen que el Cloro y el Sodio tienen electronegatividades diferentes (la electronegatividad es una medida para conocer la tendencia de un átomo para atraer un par de electrones y formar un enlace químico). Es decir, el Sodio tiene una carga de +1, mientras que la carga del Cloro es de -1. Esto significa que el Sodio está dispuesto a donar un electrón y el Cloro se muere por tomarlo, por lo que pueden formar un enlace y, por tanto, un compuesto iónico bien definido.

Estos autores lograron que los enlaces entre el Sodio y el Cloro violen las reglas de los libros de texto y que, aun así, sean termodinámica estables. Una vez formado el nuevo enlace, no importa a qué presión se encuentren pues permanecerá formado de manera indefinida. La química clásica prohíbe su mera existencia. Otra regla derrumbada por este trabajo es que se debe completar la regla del octeto. Esto es que los elementos ganen o pierdan electrones para mantener una configuración electrónica del gas noble más cercano, y así ser más estables.

Esta nueva investigación abre todo tipo de posibilidades, ya que se han cambiado puntos angulares de las reglas de la química. Además, da paso a que se generen nuevos materiales con propiedades exóticas y que incluso se pueda predecir las propiedades de un objeto nuevo, algo que ha comenzado a utilizarse mundialmente para descubrir material computacional.

Esta investigación demuestra que existen compuestos que violan la intuición química y pueden ser termodinámicamente estables, incluso en sistemas simples bajo condiciones nanoambientales. Las aplicaciones son en las ciencias planetarias, donde los fenómenos a altas presiones abundan. Además, podrá explicar por qué otras investigaciones a altas presiones han dado resultados que no se entendían.

Así que imposible no es algo absoluto. Este estudio ha demostrado que las reglas de la química pueden romperse porque "imposible" simplemente significa parcialmente imposible, y porque se pueden encontrar condiciones donde las reglas no sean permanentes.

Bibliografía: Artículo original en Science | Nota en ScienceDaily (de la que se tomó la declaración de uno de los autores) | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Una nueva especie de tapir que todos en la Amazonia conocían, excepto los científicos

Un macho (al frente) y una hembra de Tapirus kabomani. (Imagen tomada de la nota fuente). A veces la ciencia tiene que bajar las manos y reconocer que necesita ayuda. Hasta hace poco, se pensaba que en la selva del Amazonas sólo había una especie de tapir. Pero cuando decimos "se pensaba" en realidad queremos decir "la comunidad científica pensaba", porque las comunidades indígenas de la Amazonia sabían bien que había más de un tipo de tapir que chapoteaba en los charcos de la selva.

Los tapires son de los mamíferos más grandes del continente, y por eso nos puede resultar sorprendente que se descubra una nueva especie de estos animales cuando se supone que en estos tiempos de Google Earth ya queda poco por explorar. Por suerte, la naturaleza se regodea en llevar al límite máximo nuestra capacidad de sorpresa y al límite mínimo nuestras ínfulas de sabelotodos. Esta nueva especie de tapir (o anta, en portugués) fue bautizada como Tapirus kabomani por los científicos que lo describieron, liderados por Mario A. Cozzuol y Fabrício R. Santos de la Universidad de Minas Gerais, en Brasil, entre otras.

Eligieron ese nombre porque "Arabo kabomani" es el nombre que las comunidades Paumarí le dan a los tapires. El homenaje es más que adecuado, pues estos pobladores les habían estado repitiendo a los fuereños, desde hace décadas, que los especímenes de tapir que recolectaban en sus tierras eran en realidad dos cosas distintas (y no una, como los científicos pensaban). Esos científicos, claro, llegaban a sus laboratorios y decidían que esta nueva especie era sólo una variedad de la especie más común, el tapir brasileño o Tapirus terrestris. De modo que incluso en varios museos de historia natural ya había cráneos o pieles de esta nueva especie.

El ejemplar del American Museum of Natural History fue recolectado (por no decir cazado) por Theodore Roosevelt en persona, e incluso él notó que ese individuo de tapir era "un adulto completamente maduro, pero mucho más pequeño que [otro] que yo había matado. Los cazadores dijeron que era de un tipo distinto"; pero de vuelta a los EU, nadie escuchó a los cazadores. Además de ser más pequeño, Tapirus kabomani tiene un pelaje más oscuro y algunas diferencias en la estructura ósea de su cráneo. Los investigadores sumaron la descripción de esas diferencias en el cuerpo con comparaciones del ADN entre las ahora cinco especies de tapir.

Con sus resultados, fruto de casi diez años de trabajo (y, sobre todo, de sospechas), los investigadores ya se atreven a decir que hay una nueva especie de tapir en la Amazonía; y no les causa problemas que los pobladores locales lo hayan dicho antes. Al contrario, lo consideran aleccionador: "En un contexto de cambio global y una pérdida acelerada de la biodiversidad, el descubrimiento y la descripción de especies debería basarse en colaboraciones sólidas y eficientes con las comunidades locales," escriben los autores en su artículo, publicado esta semana en el Journal of Mammology.

Como argumento de peso, ahora cuentan con los 110 kilos que pesa cada individuo adulto de esta nueva especie de tapir. Y como argumento de mayor peso aún, ellos señalan que, puesto que el hábitat de T. kabomani es todavía más restringido que el del tapir brasileño, la recién descubierta especie probablemente esté ya en peligro de extinción. Habrá que darse prisa para estudiarla.

 

Bibliografía: Nota fuente | Artículo original | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Evidencia de chorros de agua en un satélite de Júpiter

Representación artística de las columnas de vapor de agua que se cree son arrojadas desde la superficie de Europa, uno de los satélites de Júpiter. (Tomada de la nota fuente. Creditos: NASA/ES/K. Retherford/SWRI). Una de las cosas más emocionantes que puede ocurrir en la observación y exploración del espacio es encontrar agua en otras partes del universo, pues representa la molécula más importante para la vida. Sin el agua no estaríamos aquí. Normalmente, nuestras observaciones se posan en planetas lejanos; sin embargo, nunca volteamos la mirada de nuestro propio vecindario: el sistema solar.

Quien ahora abarca todos los reflectores es Marte, pero no fue hasta 2005 cuando enfocamos nuestros ojos hacia Júpiter, gracias a que la misión Cassini, de la NASA, logró observar chorros de vapor de agua y polvo brotando de Encélado, uno de los 67 satélites del enorme planeta. Ahora, con observaciones del telescopio espacial Hubble, el turno de los reflectores es de Europa, otro de sus satélites, debido a que se lograron observar columnas de chorros de agua brotando de su superficie.

“Por mucho, la explicación más simple para este vapor de agua es que proviene de erupciones de columnas en la superficie de Europa”, comentó Lorenz Roth, quien dirige la investigación.

Pensar en el agua de Europa no es cosa nueva: con anterioridad, ya se había planteado la existencia de un océano debajo de su crujiente superficie helada. De ser el caso que estas columnas estén conectadas con el océano teórico, las posibilidades para investigar Europa de una manera indirecta serían mayores, pues ni siquiera tendríamos que poner nada en su superficie; estudiar el agua que brota de su interior desde la comodidad de su órbita para saber si es un planeta potencialmente habitable sería la mejor opción.

La detección se hizo en diciembre de 2012 cuando, gracias a la observación espectroscópica del telescopio Hubble, y al tiempo con el que se midieron las emisiones de la aurora de Europa, los investigadores lograron distinguir entre las características creadas por partículas cargadas provenientes de la burbuja magnética de Júpiter y las columnas de la superficie de Europa.

La imagen espectrográfica logró detectar un poco de luz ultravioleta de la aurora proveniente del polo sur del satélite. Los átomos de oxígeno e hidrógeno producen un resplandor auroral variable cuando se excitan, dejando una firma que indica que las moléculas de agua se rompen por electrones que se encuentran en las líneas del campo magnético.

Además, el equipo encontró que la intensidad de estas columnas varía dependiendo de la posición orbital en la que se encuentre, cosa que ya se había observado en Encélados. Solo estando lo más lejos de Júpiter es cuando se pueden ver estos chorros. Esto da más sustento a la existencia del gran océano de Europa, pues se cree que estas columnas responderían al cambio de las mareas subterráneas. Se calcula que las columnas de chorros de vapor de agua se encuentran a una temperatura de -40°C, y alcanzan una altura de 201 kilómetros de alto. A diferencia de Encélados, compañero de Europa, que posee una gravedad 12 veces menor, el agua sí regresa a la superficie del satélite.

 

Bibliografía: Gráfico tomado por el Hubble que muestra la localización del vapor de agua | Nota publicada por la NASA Nota en el blog de Historias Cienciacionales.

Agua dulce enterrada bajo el mar: ¿buenas noticias?

Imagen tomada de pbase.com El descubrimiento de nuevas reservas de agua dulce en un mundo en el que menos del 0.9% del agua está disponible como agua dulce debería ser inmediatamente buenas noticias. Sin embargo, la Tierra siempre encuentra la forma de complicar lo que parecería ser inmediato y sencillo. Las reservas de agua dulce que científicos de la Universidad de Flinders, en Australia, afirman que se encuentran en el subsuelo bajo los océanos son en realidad poco accesibles y una vez que se agoten no podrán volverse a renovar en millones de años.

Esas complicaciones surgen por la forma en que se crearon estas reservas. En tierra firme, el agua de lluvia o de cuerpos de agua dulce como lagos y ríos se filtra en los intersticios de los sedimentos del suelo y forma lo que conocemos como acuíferos. En total, la cantidad de agua dulce en los acuíferos es entre 70 y 80 veces mayor que la que se encuentra en ríos, lagos, humedales y en la atmósfera sumados. Afortunadamente, la mayoría de los acuíferos se recargan mientras siga lloviendo sobre ellos y siempre y cuando no los agotemos antes de que esa recarga suceda. Se sabía de la existencia de algunos acuíferos de agua dulce en el subsuelo de algunos mares cerca de las costas, pero se pensaba que eran casos excepcionales y raros. En el nuevo estudio, Vincent Post y sus colegas afirman que esos acuíferos son en realidad muy comunes y están distribuidos por todo el planeta. En total, ellos calculan que el agua dulce en estas reservas alcanzaría unos 500,000 kilómetros cúbicos o, en palabras de Post para el sitio de noticias de su universidad, "diez veces lo que hemos extraído de los acuíferos terrestres desde 1900."

Post y su equipo se explican la presencia de estas reservas subterráneas de agua dulce no como normalmente se les ha explicado (como filtraciones de los acuíferos de tierra firme hacia el subsuelo océanico) sino acudiendo a los procesos geológicos históricos. Los acuíferos de agua dulce bajo los oceános se habrían formado cuando el nivel de los mares era menor y esas zonas no estaban sumergidas. El agua salada que llegó después, cuando se derritió mucho hielo de los casquetes polares y el nivel del mar subió, no pudo ocupar los intersticios en el subsuelo que ya ocupaba el agua dulce y esta última quedó almacenada permanentemente.

Debido a que su formación es resultado de procesos históricos, esos acuíferos realmente no se podrían recargar como sus pares en tierra firme. El suelo que los contiene tendría que volver a emergir de los mares, cosa que no pasará en muchos millones de años (de hecho, es más probable que antes el nivel del mar suba y sepulte los acuíferos de las tierras costeras). Así que cualquier plan que se haga para extraer agua de ellos debe tener esto en cuenta, además de otras complicaciones. Estas reservas de agua se encuentran en las plataformas continentales, cerca de las costas. Post dice que para aprovecharlos se podrían perforar pozos en alta mar o desde las costas. Sin embargo, en cualquiera de las dos opciones, se tendría que ser muy cuidadosos para no contaminar el agua dulce con el agua salada de encima. Eso, sin considerar que podría estar ya contaminada por perforaciones petroleras o de gas.

Con todo, para Post el descubrimiento son buenas noticias. "El agua dulce en nuestro planeta está bajo niveles cada vez más altos de estrés y exigencia, por lo que es muy emocionante el descubrimiento de nuevas reservas cerca de las costas", comenta para el sitio de noticias de su universidad. "Esto significa que se pueden considerar más opciones para ayudar a reducir el impacto de las sequías y la escasez de agua continental."

Bibliografía:

Nota fuente en ScienceDaily | Artículo original publicado en Nature | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

El cambio climático modificará la ecolocalización de los murciélagos

Imagen tomada de Pinterest. Los murciélagos tendrán más dificultades para localizar y rastrear a su presa en el aire debido al calentamiento global, de acuerdo con un estudio. Realizado por investigadores de diferentes instituciones, el trabajo sostiene que las frecuencias altas son sofocadas más rápidamente en el aire caliente.

Los investigadores estiman que, si la temperatura del aire aumenta 4º C (lo pronosticado por algunos modelos climáticos), el volumen de espacio efectivo en el que los murciélagos pueden rastrear una presa disminuirá un 10%. Además, para aquellos murciélagos de ecosistemas templados que utilicen la ecolocalización, el volumen de presas detectadas se reducirá en un 21%. Los autores mencionan que para compensar estas pérdidas los murciélagos podrían presentar cambios de comportamiento que impliquen costos sustanciales, como cantar más fuerte, emitir un chirrido a una frecuencia más baja o buscar alimento por periodos más largos cada día. Lamentablemente, la temperatura no es el único factor climático que afectará la atenuación del sonido. Una interacción compleja entre la frecuencia del llamado, la temperatura, y la humedad determina qué tan lejos viajan las ondas de sonido antes de que sean rebotadas.

Mientras las cosas se complicarán para algunos murciélagos en un mundo más caliente, para aquellos que utilizan la ecolocalización a frecuencias debajo de 35 kilohertz en ecosistemas templados y debajo de 95 kilohertz en los trópicos, podrán localizar y cazar a la presa a través de un mayor volumen de espacio. Sin embargo, a pesar de que algunos organismos tendrán más probabilidad de adaptarse a los cambios de las condiciones climáticas, el balance de especies de murciélagos en algunos ecosistemas cambiará de manera significativa.

 

Bibliografía:

Nota fuente en Science | Artículo original en el Journal of the Royal Society (UK) | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

La desigualdad de género en la ciencia

Imagen tomada de Pinterest. A pesar de las iniciativas que se han hecho para que exista equidad de género en la actividad científica, la desigualdad entre hombres y mujeres sigue siendo muy marcada. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a pesar de que hay más mujeres estudiantes de licenciatura y graduadas que hombres en muchos países, existen pocas profesoras, y las mayores diferencias de género se ven a nivel de contratación, de ingresos, de financiamiento de estudios y de persistencia de satisfacción y generación de patentes.

Publicado en Nature, un estudio en bibliometría (aplicación de métodos matemáticos y estadísticos sobre la literatura en ciencia con el objetivo de analizar la actividad científica) analizó la relación entre el género y la generación de investigaciones, las colaboraciones y el impacto científico de todos los artículos publicados entre 2008 y 2012. Para esto, analizó casi cinco millones y medio de revisiones y artículos científicos, que en total sumaron más de 27 millones de autores.

Los resultados mostraron que, en los países más productivos, todos los artículos que tienen a una mujer como autora principal reciben menos citas que aquellos con un hombre en la misma posición. Las citas son importantes porque juegan un papel central en la evaluación de investigadores, misma que sólo empeora las desigualdades de géneros.

A nivel mundial, las mujeres representan menos del 30% de las autorías fraccionadas, mientras que los hombres representan más del 70%, un porcentaje similar para cuando las mujeres son primeras autoras. Otro resultado es que, por cada artículo con una mujer como primer autor, hay casi dos artículos con hombres en esta posición.

De todos los resultados arrojados por este estudio, se pueden sacar muchas conclusiones. Probablemente, la más importante para explicar la diferencia de género en la generación de investigaciones, colaboraciones e impacto, es la edad. En el camino académico de ser joven a un profesor de alto nivel, el número de mujeres se reduce. Después de todo, un alto nivel, la posición del autor en el artículo, las colaboraciones y las citas están altamente relacionados.

Este trabajo da soporte cuantitativo a este conocimiento popular: las barreras para las mujeres en ciencia están dispersas por todo el mundo. Datos de la UNESCO han mostrado que 17% de los países del mundo tienen un número equivalente de científicos hombres y mujeres.

Otros estudios han demostrado que, en promedio, los hombres producen más artículos científicos que las mujeres, aunque esta diferencia depende de los campos de estudio. Las mujeres publican significativamente menos artículos en áreas en donde la investigación es costosa, como la física de altas energías, probablemente como resultado de políticas y procedimientos relacionadas para financiarlos. Además, las mujeres son menos propensas a participar en colaboraciones que llevan a publicaciones y tienen una menor probabilidad de estar enlistadas como primer o último autor en un artículo.

No existe un consenso para saber si las razones por las que estas diferencias de género en resultados de investigación o en las colaboraciones se dan por algún sesgo, por maternidad y crianza de hijos, o por otras variables.

Para que un país sea competitivo científicamente hablando, necesita maximizar su capital intelectual humano. Los autores de este trabajo concluyen que cualquier política realista que busque fortalecer la participación de las mujeres en la esfera científica debe tomar en cuenta una variedad de factores sociales, culturales, económicos y políticos. “Ningún país puede darse el lujo de descuidar las contribuciones intelectuales de la mitad de su población”. Bibliografía:

Artículo original en Nature | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

 

Genoma siberiano revela a los dos ancestros de los nativos americanos

Imagen que muestra el ejemplar de hace 24 000 años (Tomada de la nota de Science). Muchos investigadores sostienen que las raíces de los americanos nativos están en Asia, aunque el lugar preciso no está claro; algunos otros, la minoría, aseguran que están en Europa. Ahora, de acuerdo con evidencia genética, se ha demostrado que ambos grupos de estudiosos están en lo cierto.

Investigadores en Europa y en Estados Unidos secuenciaron el material genético del esqueleto de un niño que vivió en Siberia hace 24 000 años, ejemplar que tiene el genoma completo más antiguo de un humano moderno hasta ahora encontrado. Posteriormente, compraron esta información con demás datos genéticos.

Los resultados mostraron que el material genético de la mitocondria del niño está relacionado con europeos, mientras que el cromosoma Y está asociado con euroasiáticos del oeste. Esto sugiere que el niño está relacionado con euroasiáticos y americanos nativos, pero no con asiáticos del este. Gracias a esto, ahora los investigadores sugieren que de 14 a 38% de las relaciones ancestrales de los nativos americanos se pudieron originar a través de un flujo genético de esta población ancestral.

Este estudio puede explicar por qué algunos cráneos de los primeros americanos tienen características morfológicas que no se parecen a los asiáticos del este. Además, revela que las características propias de los euroasiáticos presentes en los americanos modernos derivan de la mezcla europea por la colonización y por las relaciones ancestrales de los primeros americanos. Bibliografía:

Artículo original en Nature | Nota en Science | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

De dónde viene tu llamado, querido Koala

Imagen tomada de Pinterest El tono del llamado de apareamiento de los koalas macho es 20 veces más bajo de lo que se esperaría para un animal pequeño de 8 kilos. Ahora, una investigación ha develado la razón: los koalas tienen un órgano especializado fuera de la laringe con el que producen dicho sonido.

Durante la temporada de apareamiento, los koalas macho generan una vocalización que está caracterizada por series continuas de inhalación y exhalación (algo así como el rebuzno de un burro) a una frecuencia extremadamente baja. De hecho, este tono es tan bajo, que se esperaría que fuera el de un animal del tamaño de un elefante y no del de este marsupial.

El tamaño del animal está relacionado con el tono ya que las dimensiones de las cuerdas vocales de la faringe se restringen a la frecuencia más baja que un animal puede generar. Por tanto, pequeñas especies harán llamados con frecuencias más altas que los animales grandes. La ubicación diferente de la laringe de estas cuerdas vocales de los koalas es lo que facilita que se alcancen dichos tonos.

Los autores de esta investigación, provenientes de diferentes universidades, se basaron en datos morfológicos, de video y acústicos para estudiar dicho comportamiento. Con él observaron que los koalas tienen un par extra de cuerdas vocales con pliegues que asemejan a dos largos labios carnosos, justo por encima de la laringe en la unión entre las cavidades nasales y orales. A simple vista no parecerían muy diferentes de las cuerdas laríngeas de otros mamíferos, pero su localización es muy inusual. Los investigadores mencionan que el único otro ejemplo de un órgano que produce sonido de manera independiente de la laringe son las ballenas dentadas que usan labios fónicos para la ecolocalización.

Este es el primer estudio que da evidencia de un mamífero terrestre que tiene un órgano diferente a la laringe para producir sonido. Por tal motivo, los investigadores seguirán estudiando si esta adaptación es única para los koalas. Bibliografía:

Artículo original en Current Biology | Nota fuente de ScienceDaily | Nota en el blog de Historias Cienciacionales

Las diferencias entre hombres y mujeres están en las conexiones cerebrales

Conexiones intrahemisféricas en hombres (arriba) y mujeres (abajo). [Tomada de la nota en Sciencedaily]."Los hombres se casan con las mujeres con la esperanza de que ellas nunca cambien, mientras que las mujeres se casan con los hombres con la esperanza de que ellos sí lo hagan". Esta frase de Albert Einstein sirve para ejemplificar cómo los hombres y las mujeres somos diferentes en muchos aspectos. Y si nos metiéramos a los cerebros de ambos géneros, podríamos observar que hay diferencias notables en las conexiones neuronales entre ambos, mismas que dan sustento a las diferencias a nivel cognitivo y conductual.

Trabajos anteriores han mostrado que existen diferencias entre sexos a nivel cerebral, pero nunca se había hecho un estudio con tantos participantes para observar las conexiones neuronales a lo largo de todo el cerebro. En este trabajo, realizado por diferentes instituciones de investigación estadounidenses, se analizaron los cerebros de 949 personas de entre 8 y 22 años con el objetivo de observar las diferencias entre ambos géneros. Para esto, utilizaron una técnica llamada diffusion tensor imaging (DFI), la cual se basa en la formación de imágenes cerebrales en tercera dimensión que captan el movimiento de agua dentro del cerebro. Así, los investigadores pueden conocer las conexiones estructurales en el cerebro.

Los resultados mostraron que los cerebros de los hombres tienen una buena conexión intrahemisférica, esto es, dentro del mismo hemisferio, mientras que los de las mujeres tienen una buena comunicación interhemisférica, es decir, entre los dos hemisferios, al nivel donde se localiza el telencéfalo, la parte más grande del cerebro. Por otro lado, los hombres tienen mejor conexión entre hemisferios a nivel del cerebelo, región importante para el control motor, mientras que las mujeres tienen buena conexión intrahemisférica a este nivel.

Esto sugiere que los cerebros de los hombres tienen una estructura que facilita la conexión entre la percepción y la acción coordinada, mientras que en las mujeres facilita la comunicación entre los modos de procesamiento analítico e intuitivo. Dichos resultados son consistentes con otras investigaciones donde las mujeres han demostrado ser mejores para poner atención y memorizar caras y palabras, mientras que los hombres sobresalen por realizar mejores actividades que involucran procesamiento espacial y velocidad sensomotora.

Este trabajo da más argumentos para explicar por qué los hombres son buenos para ciertas tareas y las mujeres para otras. Por ejemplo, ellos son mejores para aprender y desempeñar una tarea en cuestión como andar en bicicleta o navegar en direcciones, mientras que ellas tienen mayor habilidad para la memoria superior y para las tareas de cognición social, por lo que son mejores para desempeñar muchas actividades a la vez y generar soluciones que funcionan para los grupos.

Además, este trabajo demuestra que las trayectorias del desarrollo de hombres y mujeres se separa a los 13 años, pues antes de esa edad no se ven muchas diferencias a nivel de conexiones cerebrales; pero entre los 14 y 17, las diferencias comienzan a pronunciarse mucho.

Trabajos como estos no son realizados sólo para satisfacer el morbo colectivo, sino también para generar terapias neurocognitivas propias para cada género, por ejemplo.

Bibliografía:

Nota fuente de ScienceDaily | Artículo original en PNAS | Nota en el blog de Historias Cienciacionales